« Back to Album · Next »
 
This page is a permanent link to the comment below. See all comments »
Se estaba desprendiendo al compás de sus lagrimas con un sin fin de ataduras de las cuales no tenía ni la más pálida idea, pero atribuía a esas lagrimas el esperado diluvio que alimenta las resecas cosechas de arroz. El carácter purificador del agua en su máxima expresión, que se llevaba consigo su propia oscuridad anclada en lo más profundo de su alma. La oía con más claridad, como si pudiera ver dentro de ella a Yui, no a su rival, no a su cómplice, no a su testigo ni atacante, podía discernir entre cada estela visual del fractal unido en una, espectral y rítmica de una melodía como en la síntesis de sonidos, expresiones, palabras o sentidos de su misma silueta avanzando.

—Puedo entenderlo mejor ahora, Yui...—dijo luego de tantos segundos en silencio, mientras borraba las lagrimas de su blanca piel, como si fuese un pergamino que se debía manejar con extremo cuidado—. Y sí, quizás sea tarde para poder remediarlo solo con palabras o mi llanto patético.

(sig.)
 
Send Comment

Add a comment...
 
Send Comment