-el tampoco dijo mas nada, solo pasa a retirarse a su propia cueva donde los pequeños dragones lo estaban esperando, recibiendole felizmente antes de subir por sus piernas hasta llegar a sus hombros- Hey pequeños... ya estoy aqui.

- no dijo una palabra, solo quedó inmóvil, sentado en la cama, observando el vacío con una mirada siniestra y afilada. Estaba sumamente enojado, e ideas locas empezaron a cruzar su cabeza. Ideas que serían difíciles de disipar. -

Wu Fen yo... lo siento -no habia forma de excusarse de aquella tan gran ofensa a su esposo, le habia cagado monumentalmente y sabia que no debia decir nada mas, al menos por el momento- Nos vemos luego -se acomoda las ropas poniendose en pie para retirarse, tenia mucho que hacer y el tiempo ya no estaba detenido, aunque la expresion tan oscura de su esposo le habia sorprendido-

- hubiera preferido no escuchar ese nombre, y menos en un momento como ese. Su rostro se volvió oscuro y siniestro. Le costaba creer que pudiera pensar en ese dragón cuando estaba con el. -

Será mejor que vaya a iniciar mis labores...

- su humor se volvió completamente agrio, levantándose de la cama y restaurando el flujo de tiempo a la normalidad. -

Ah... -cierra los ojos disfrutando ampliamente de las caricias ajenas, susurrando por lo bajo un nombre- Shaitan... -suspira sin darse cuenta de inmediato de su error, pero se lleva las manos a los labios separandose de Wu Fen en el momento en que nota lo que habia dicho- Lo siento!

Podemos aprovechar todo el tiempo que quieras... - poco a poco fue quitándole la ropa, deslizando suavemente la tela blanca por sus hombros y descubriendo su torso, dejando suaves e incontables besos en su cuerpo, acompañado de algunas caricias atrevidas -

Aprovechemos este tiempo -comenta finalmente, mordiendose el labio inferior con suavidad antes de corresponder a su beso, comenzando a moverse sobre el-

Esperaba con ansias que lo dijeras .. - extendió una de sus manos para acariciar el rostro contrario y obligarle a acercarse a él para darle un beso en los labios. -

Tienes razon... has... estado demasiado ocupado de nuevo... -le dice sonriendo suavemente, acercandose a sus labios para poder besarlo de nuevo- Te parece si tenemos un poco de tiempo a solas...?

- correspondió el beso, abrazándolo por la cintura y escabullendo sus manos en la ropa ajena para dejar unas cuantas caricias - por qué? Soy el díos que controla el destino y el tiempo. Hacer eso es como un juego de niños para mí .. además, así podemos disfrutar un largo rato sin afectar nuestras labores