Desde muy pequeño, conoció lo que era la soledad pero al menos se entretenía viendo los diversos destinos de los seres vivos, era raro que algo llamara su atención. Pero esa tarde en lo más profundo de la cueva donde habitaba, se quedo observando cientos de vidas, las que poco a poco se iban archivando en las hojas de su gran archivo. Era un día tan normal... además quien podría encontrarlo en aquellos dominios donde el tiempo y las dimensiones se cruzan.
Tal parece que su aburrimiento terminaría, una visita había llegado. Por el tono de voz que llego a sus oidos sabía de quien se trataba asi que guardo las hojas de su archivo en las mangas de su ropa, apagando aquellas estrellas que mostraban las historias guardadas, para levantarse e ir hasta el origen de la voz.
- Sabes bien que no debes tocar los libros de este ligar Qiqi, hay cosas que no debes saber antes de tiempo.
Bufo con algo de enojo al ver que había tocado su preciosa colección de libros. Pero el libro que tenía en la mano era algo especial, era el archivo principal donde se guardaba toda la historia de la existencia, incluso para el dragon de la vida, tanto conocimiento sería un dolor de cabeza.
