—Así que una princesa...

Complaciéndola, la bajó con sumo cuidado de su hombro y cuando estuvo segura de que había pisado suelo con firmeza, procedió a tomarla con ambos brazos, uno rodeando su cintura y el otro la parte de atrás de sus rodillas.

—¿Así está bien, alteza?~

Avanzó, al parecer sin problema alguno para cargarla, a pesar de su género y su estatura promedio.

—Al menos cargame cómo la princesa que soy, boba, empieza a ser incómodo—

—No hay nada ortodoxo que quiera hacer contigo, Hazel~

—Me parece que hay formas más ortodoxas para pedirme una cita— Aunque no se opuso a ser llevada.