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༄ 𝐘𝐚 𝐡𝐚 𝐚𝐦𝐚𝐧𝐞𝐜𝐢𝐝𝐨.
 
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YuEquix · 31-35, F
Sus manos fueron a su relicario y orar para ella, intentaba relajarse, la verdad sea dicha, se llevo un buen susto, se mantuvo sentada en el borde de la cama apretando el manto contra su pecho, cuando recupero el temple, misteriosamente empezó a reír con timidez, podría incluso ser debido a sus nervios.

— Hehe...he. Morag... ¿nadie abrió la puerta, verdad?, esto a sido una clara señal de enojo de Al'Ar. Recojamos nuestras cosas y vayámonos, seguro es mucho del alba.
M1579211 · F
Un disfrute que se va intensificando segundo a segundo, sin importar la manera, cada trato que ejerciera sobre la piel de la clérigo consigue eleva sin descanso el calor que carcome su cuerpo al avanzar. Su boca iba a descender una vez más hasta que, la interrupción llegó de pronto.

━ Tsk.

Ese aviso fue suficiente para sacar el chasquido de lengua, una molestia instantánea ante tan forzosa irrupción, justo cuando llegaba a la mejor parte, ¿no podía haber otro momento donde debía interrumpir? Morag terminó echándose en el colchón, maldiciendo en sus adentros y sobándose la sien.

━ Increíble, parece que ya nos quieren fuera.
YuEquix · 31-35, F
Su oración no se puede sostener ante las mordidas que la llevan a hundirse en la cama y entregarse lentamente, su mente fantaseaba con la imagen del momento a la par que sus gemidos fueron menos sutiles cuando su piel era marcada por las succiones, gemidos que se intensificaron por como definía su silueta y sin duda consumar se haría presente.

Pero todo cambio en unos pocos segundos, cuando la puerta fue golpeada con fuerza repetidas veces, el sobresalto que pego la clérigo fue sublime y se separó abruptamente, busco el manto para cubrirse, estaba pálida ante la idea de que la encontraran con otra mujer y su respiración se agitó, solo era el aviso del posadero para desalojar la habitación alquilada, la puerta no se abrió, pero se llevó las manos a la boca intentando relajarse, pareciera que su oración hizo efecto de alguna manera, pues no entendía qué estaba pasando.

— Oh Al'Ar....uff...que...
M1579211 · F
Fue inevitable liberar una pequeña risa después de esa frase, pero no por ello se detendría; besos que se vuelven mordidas y, lentamente, pasan a ser chupetes húmedos, al igual que fuertes, no había mentira en el hecho de marcar su piel como si de propiedad suya tratase. La mano por igual, un amase que no tarda en llegar, caricias que no dejan de lado el atrevimiento y deseo, marcando en su tacto la figura de esa mujer.

━ Adorable que digas eso...
YuEquix · 31-35, F
No hay nada que pueda añadir y resistirse es tan asfixiante, los besos que se encaminaron a su cuello la desinflaron en un suspiro placentero, debilitada, no pudo evitar gemir tímidamente con la caricia en su tierno seno, incluso se llevo una mano a la boca avergonzada, ocultando el sonido, inaceptable que otra mujer lo realice.

— Al'Ar...perdóname...ten indulgencia de mis actos...
M1579211 · F
━ ¿Y eso qué? Todo lo que he hecho lo juzgarán tarde o temprano... Entonces, ¿por qué no hacer muchas cosas más?

Castigo o no, era lo de menos, su importancia radicaba únicamente en un placer que puede llegar con esa mujer. Sus labios descienden entre cada beso hacia el expuesto cuello, mientras la zurda sube, todo para pasear sobre el pecho adverso.

━ Así que... Te marcaré una y otra vez.
YuEquix · 31-35, F
— Yo...

Un poco mas...solo un poco mas, pensó para ella misma, cuando no contuvo un placentero suspiro por los besos que la callaron cuando sus labios fueron tomados, su manto ceder finalmente y descubrir su busto.

— Esto no esta bien...vamos a ser castigadas por nuestros actos...
M1579211 · F
━ ¿Remordimiento? Parece ser otra mentira tuya.

Empieza el ataque de su parte, empezando con suaves besos qué invaden desde el mentón, las mejillas, y finalmente a ese par de dulces labios.

━ Resistir es inútil en este punto, Yuno.
YuEquix · 31-35, F
— Nng...basta, Morag.

Alzo el rostro complaciente, la cálida respiración la ayudo a localizar los labios, las palabras de la cazadora la agita y balbucear nerviosa, incluso engañarse a si misma.

— Mentira, mi rostro seguro refleja remordimiento, esta...prohibido...
M1579211 · F
Pese a las palabras, no se detiene, pues incluso cada palma estaba paseándose con todo ese libertinaje por la misma zona. Alzó como fue posible el rostro, todo para alcanzar el contrario en medio de tales actos.

━ Dices eso, y sin embargo, no veo rastros de incomodidad en ti. Nada nos detiene de pecar una y otra vez.

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