En silencio observa la intervención del joven y su conversación con la maga, lo cual dejaba totalmente clara la veracidad en las palabras de ésta última. Una vez se retiró el sirviente, vuelve la vista a ella.

He de asumir que éstas aquí por la anomalía del Magoi y quieres ayudar a las personas afectadas por eso ¿verdad? —Observa de reojo y con sutil malicia el ostentoso palacio ubicado a su costado derecho, cuya puerta recién cierra el vasallo.— Porque ciertamente puedo percibir una alteración en el ambiente

Su ceja se alza apenas y un poco, se le suma el cerrar de sus ojos por unos segundos. Asiente y vuelve la mirada sobre el joven príncipe de Kou, afianzando el cetro que siempre le acompaña en su mano, un claro recordatorio de que no se encuentra desarmada.— ¡Pero claro que no! Mi visita a estas tierras es amistosa, no pretendo desatar ninguna confrontación, mucho menos si usted tampoco. Tengo motivos más agradables para estar aquí. —en ese instante un joven sirviente se acerca a ella: "Lo siento Srita, el señor no puede atenderla en este momento, puede volver mañana si gusta" La Maga sonrió apenas, inclinando levemente el rostro en señal de agradecimiento— Aquí estaré mañana entonces, muchas gracias. —dijo. Aquel era un palacio donde se rumoraba sucedían cosas extrañas, al parecer alguien estaba haciendo una mala manipulación del Magoi causando efectos secundarios en esa localidad, justo eso iba a investigar.

Por detener la expansión del Imperio Kou, naturalmente. Si no hemos logrado la conquista del mundo entero, es debido a la Alianza de los Siete Mares, la única fuerza militar comparable a la nuestra

Notando la confianza de su contraparte, tan sólo se limita a cruzar sus brazos respondiéndole con la serenidad que siempre le ha caracterizado.

Pero no es éste el momento ni el lugar para iniciar una confrontación ¿No lo crees?

— ¡Vaya sorpresa! —achica la mirada en un gesto de picardía que tienta una sonrisa en sus labios. No amigable necesariamente— Depende de que pretenda hacer alguien del Imperio aquí... ¿por qué estaríamos complicandolo, príncipe?

Hmp! Parece ser que no fui el único ausente. Nunca pensé que uno de los generales de Sinbad apareciera por estos lares. Les gusta complicarme las cosas.