— ¡¿D-De qué estás hablando?! ¡No me estoy ocultando de ti! —se halló acorralada ante él, tenía días huyendo de su presencia luego de lo que había pasado. Ese beso tan inesperado, claramente la tenía más nerviosa que nunca.
como si de verdad no le afectara, como cualquier cosa. Aunque dentro de si sentía que el mundo colisionaba ¿qué podía aspirar? ¡Había sido una tonta! Dándole más significado del necesario a un simple beso que él lamentaba. Por ello se apartó, pasando por un costado del espadachín, costándole más que la vida el poder hacerlo y caminar como si nada. — Sólo no quería verte, es todo ¿Qué de malo hay en eso? Ese beso no debió pasar, pero ya lo había olvidado incluso, tampoco me importa —mintió, por dicha ya no le veía la cara pues le había dado la espalda al caminar. Casi sintió un rastro acuoso en sus mejillas, y claro, su habla fue vacilante, era evidente que estaba fingiéndose dura.
