No le tomó importancia al golpe, pero sí a su cercanía; lo estrechó más con sus delgados brazos sin atisbo alguno de sutileza en medio de su emoción. Incluso cuando lo escuchó reír, su pecho se alimentó de gusto, la risa del espadachín era como un canto celestial a sus oídos, esa risa que le contagiaba con la misma felicidad; hasta que cayeron... Apenas reaccionó ya estaba encima suyo, había soltado el bastón en el piso, sujetándose de las ropas de su amado por acto reflejo; frunció las cejas, todo parecía culminar en uno de sus tantos enojos pero de sólo ver esa amplia sonrisa, comenzó a reír por lo absurdo de la caída.– Definitivamente, siempre serás mi tonto... Míranos, toda tu gente nos ven raro y hasta Masrur ha huido, deberíamos irnos. –Susurró lo último con aire cómplice, buscando ponerse en pie para salir de ahí con él ¿A dónde? No importaba, sólo quería estar con él.

Golpe, cercanía, Yamuraiha diciendo cosas hermosas. Ok, el Príncipe estaba en el cielo, era como sí Rá hubiese descendido del cielo para brindarle una llama de felicidad a su corazón. ¡Que importaba el mundo!, incluso podía desmayarse del tremendo golpe que recibió pero, no lo haría preferíria que brotará un enorme chichón que perderse de aquel precioso momento y como respuesta la abrazó.

– Siempre...seré...tú tonto – Esta vez soltó aquello con una jocosa risa, ¿la razón?: no podía con su gran felicidad. Pero fue tanto el mareo del golpe que cayó sentado sobre el suelo con su mujer encima, no le soltó y cayó con una enorme sonrisota de oreja a oreja

Los colores se le subieron al rostro, con tal intensidad que seguro serían visibles desde el cielo, aquello le dejó sin habla, y es que, por más que quisiera decir algo, cada que sus labios se movían sentía como si el corazón se le fuera a salir apenas los abriera un poco.
Finalmente, se llevó ambas manos a las mejillas, miró en todas direcciones, la gente transitando volteó a ver la escena por el tremendo grito del espadachín.

— ¡S-SHARRKAN! —Fue lo primero que se le ocurrió gritar; flexionó las rodillas y en un parpadeo ya se había lanzado encima del moreno con fuerza y sin cuidado alguno, tanto así que en medio de la emoción hasta lo golpeó en la cabeza con su bastón, mas eso no evitó que se abrazara a él por el cuello. — ¡Eres un tonto! —Dijo con molestia, irritada. Pese a ello se aferró a él con tanto cariño que incluso sintió escalofríos por ello.— Pero no quiero que dejes de serlo, nunca... Nunca ¿Oíste bien? Porqué así me enamoré de ti.

–¿¡Eh?!, ¡¿Porqué olvidaría eso?!, ¡No estoy ebrio!– Se quejó y terminó gritando aquello, le molestaba que Yamuraiha a veces resaltara su "estupidez". A decir verdad Sharrkan no era estupido, solo era despistado y poco delicado, pero eso no quitaba el gran amor por su mujer.

–¡ABRE BIEN LOS OÍDOS MASRUR!, ¿ME ESCUCHAS?, ¡VOY A CASARME CON YAMURAIHA!– ¿Porqué seguía gritando?, ahora medio país sabía de sus intenciones con la maga.

-El tan solo se queda en silencio, alejandose lentamente de la escena[?]-

— ¡Es que me pongo nerviosa! —Se debatía con él, apretando sus manos totalmente alterada, sentía las mejillas arder y su cuerpo temblar. —¡E-Esto no es fácil cuando hasta Masrur lo propone! ¡Masrur tú tienes qué ser nuestro testigo! No quiero que Sharrkan olvide éste momento si mañana se va a embriagar. — Lo miró acusadora, aflojando por fin sus manos un poco.— Esto... E-Es en serio. —Se le acerca, apoyando su frente en su pecho.— Muy en serio... —Quiere que Masrur diga algo{?!}

— Me dices que no grite...Y....¡Tú también lo estas haciendo!—

Se siente acosado por Masrur, pero sigue sujetandole las manos a su maga, ahora hizo un gesto un tanto infantil. De verdad sentía que su cerebro se iba de vacaciones estando frente a Yamuraiha y por ello solo podía gritar a medias las cosas.

—¡Masrur apoyame!— Ni sabía por qué metía al pelirrojo ahí, quizás buscaba alguna salvación a su estupidez (?)

Se quedó en blanco, lo único que podía sentir eran las manos del Espadachín temblando sobre las suyas que comenzaban a temblar por igual, así como su corazón se aceleraba conforme sus mejillas enrojecían y es que era la primera vez que él decía algo así frente a alguno de sus compañeros. – S-Sharrkan... –Susurró y se aferró a las manos de éste. – ¡No tienes que gritarme tonto! ¡T-Te escucho perfectamente es sólo que me pone nerviosa todo ésto! ¡ME ASUSTÉ! –Irónicamente estaba gritando más. – Yo también quiero pasar mi vida contigo ¡Idiota! No permitiría que te fueras con ninguna otra mujer. –Frunció las cejas determinada, mirando después a Masrur.– ¡Masrur di algo! {?}–

-El pelirrojo tan solo se les queda viendo a ambos de forma acusadora, sabiendo lo que ambos sentían y negaban tan tontamente, manteniéndose en silencio para escuchar los argumentos de cada uno-

. . .

– ¡C-claro!, no podría ser con alguien más...– Le sujetó de las manos para mirarle fijamente a los ojos.

– Yamuraiha, escucha...ahora mismo todo es muy enredado y...¿sabes que te quiero a ti verdad?– Se pusó nervioso y esto lo revelo en como ahora sus grandes manos temblaban mientras sujetaba las ajenas.

– La única mujer con la que quiero compartir mi vida es contigo ¡¿Escuchaste?!–