Es verdad, es peligroso dormir a media calle. —Río un poquito por el comentario que hizo el joven y negó con la cabeza. Cuando tomó el dulce, ella sonrío suavemente y se colocó una paletita en sus propios labios, los cuales se pintaban debido al caramelo rojo.— Si tienes sueño deberías ir a tu casa ¿Te acompaño?

*No podía evitar despertar con lo mas mínimo, si aquella chica conociera mas, se enteraría por lo que ha pasado, negó varias veces con la cabeza, intentaba hacer que ella dejara de sentirse culpable.* No pasa nada, de todos modos, este no es un lugar para dormir.

*Toma el móvil y lo guarda en su bolsillo, luego levanta la mirada y toma el dulce que ella le ofrece, responde con una amplia sonrisa y un cerrar de parpados que delataba mejor aquel gentil gesto.* Gra-gracias, Akari.

Bueno, estaba pasando por aquí solamente y te vi dormir, y me detuve, pero no pensé que te ibas a despertar. —Se sintió un poco apenada al verlo despertar, parecía tan plácido dormido y se veía bien ahí. Se sentó a su lado y sacó un pequeño dulce de su bolsillo y se lo ofreció.— ¿Gustas? Para quitarte el sustito de hace poco.

¡No! No... no *Toma el móvil y lo deja al lado, luego levanta la mirada hacia la chica.* Es... es mi culpa, no debo acostarme tarde mirando tele o jugando, no pasa nada, ven, ven. *Palmea ese mismo costado invitándola a sentarse.* ¿Qué haces aquí? ¿A dónde ibas?

. . . —Se quedó en silencio y lamento despertarlo, le recogió el móvil y se lo entregó.— N-No quería despertarte, perdón.

*El sonidito tierno lo despierta, hasta se le cae el móvil por la sorpresa.*
¡Ah! ¡Yo no fui!

Awwwh~