¡Qué tipo más deshonesto!
Pero eso no le molestaba. Estaba acostumbrada, así que si. Si se iría.
Pero llevaría consigo aquel par de guantes seguramente húmedos por el entrenamiento, los levantó y sin miramientos tomó la decisión de irse de ahí, inmediatamente. Justo como quería.

— ¿Perder la vida? Sabes, siempre es la misma historia en este lugar. Gente que cree que puede andar de matones por la vida, solamente porque tienen mala cara. Ya he enfrentado a muchos cómo tú y uno más créeme que no haría diferencia. —

Se quitó los guantes de las manos, arrojándolos al suelo.

— Vete. —

— ¿Podría responder mi pregunta?

Ja'far era tan seria, ni si quiera se inmutaba ante aquella tajante respuesta. — Creo que es muy listo, como para perder la vida de una forma tan. . . ¿"Estúpida"?.

La gran asesina, mano derecha del rey. Alguna veces algo insensible.

— Mira, no tengo tiempo para tus estupideces, así que será mejor que te vayas. —

Dejó de golpear la bolsa algo irritado. Abrió la puerta corrediza del pequeño gimnasio y se quedó viéndola, esperando a que saliera.

— ¿Que es "autógrafo"?

Su época es más remota, y desconcoe esa misma palabra.

— ¿Qué haces aquí? Lo siento, no puedo firmar autógrafos en mis horas de entrenamiento, vete a casa. —

Pasó por alto su pregunta, golpeando la bolsa de velocidad con más intensidad, aumentando lentamente el ritmo de sus golpes.

— ¿Se supone que es un luchador?

No está segura de eso, Ja'far observa atentamente aquel par de guantes.