En cuanto le dijo aquello sus ojos se abrieron con cierto impacto, y se quedo un momento en silencio. Lo siguiente que hizo fue bajando su espada. Con unas simples palabras hizo que el descontrolado Saruhiko se calmara, y que luego guardará su espada, pero eso no cambiaba que ese sujeto lo ponía de mal humor.
- Eso no cambia que yo lo odie a él, podrá vivir, pero más le vale que no me haga molestar, no me are responsable de su estupidez. — Se giro y se alejo de ella como de él, no estaba de humor como para estar cerca de nadie.
- ¿Un humano? — La miro con los ojos cuadrados, vaya forma de convencerlo, ni que fuera un extraterrestre, y entonces dijo lo siguiente.
- No quiero, el no deja de decir cosas como que yo no te merezco y que te uso, una basura como él no merece mi compasión. — Dijo con su rostro sombrío y elevo su espada haciendo que el reverso rosara la piel de aquel individuo. -¿Por qué debería darle la espalda a una basura que vino a decirme tonterías y a desafiarme abiertamente? - Si me das una buena razón puede que lo deje en paz.
Entre cerro los ojos al escuchar a Misaki que quería salvarle el pellejo a otro idiota más que buscaba coquetearle. Suspiro un poco y volteo hacía ella, si fuera el saru de otra época, seguro que no lo estaría torturando, sino que también ya habría matado a ese sujeto de una forma más terrible.