- Entonces luchemos juntos por el honor de los dioses, pues nuestro padre Huitzilopochtli siempre envía a los guerreros más fuertes y fieros a la batalla. Cham Cham peleará a su lado por una causa justa.
El destino puede parecer lo peor, por otro lado, lo que pase en la vida de cada uno por muy oscuro que se mire el camino, nada es para mal, todo tiene un porque y es lo que nos fortalece.
El destino es cruel y despiadado, pero siempre hay una lección de por medio. Recuerde que después de la adversidad, viene la calma. -Resito con aires de nobleza y en su intento por brindar ánimos.-
Posiblemente, los Dioses o el destino y tal vez en un futuro no muy lejano, tengamos una batalla que librar y tengamos que luchar juntos, porque... Parece que siempre atraigo el mal y pongo en riesgo a mis amigos... Es frustrante.
- Cham Cham conoce bien cuando un emperador se preocupa por su pueblo. -Respondió la noble adolescente, siempre mostrando esa fina mirada.- Cham Cham logró percatarse que el peligro que acerca. En mi bella tierra natal, el oráculo del Templo de Huitzilopochtli también pudo predecir éste mal momento, pues nuestro fiel emperador, nunca abandona a su pueblo, es por ése motivo que Cham Cham ha viajado en busca de respuestas y de erradicar el mal, quizá los dioses nos han unido. ¿No lo cree?
- Los profundos pensamientos que mantenían en silencio al faraón, fueron interrumpidos por la aquella dulce voz que conoce bien. Abrió la mirada y volteó a donde la pequeña peliverde se encuentra con las mas honestas y dulces intenciones por animarle -
Es una sorpresa verte, Cham. Se nota mucho que no estoy pasando por buen momento ¿Cierto?
- ¿Qué sucede noble faraón? -Preguntó la joven guerrera jaguar, cuya tierra y costumbres yacen muy lejos.- La adversidad es sólo una prueba que todo temible guerrero debe afrontar, no permita que la duda lo envuelva y tampoco el miedo le nuble el juicio, Cham cham está segura que usted tendrá una respuesta a todo. Los dioses jamás se olvidan de los más fieros y poderosos guerreros.