— Un caballero no se inmiscuye en los asuntos personales de una dama. Si no desea hablar de ello, no seré yo quien insista. Solo espero que su buen ánimo se extienda por mucho tiempo. Esa sonrisa, y ese gesto de alegría, enaltece su atractivo más que cualquier atavío o accesorio.

─ Exageras. No hay motivo tal, O quizas lo hay pero me niego a hablar de ello aún. Sea como sea, estoy normal el día de hoy, sólo un extraño buen humor que me invadió.

— Es que hasta este momento no le había visto con una alegría tan radiante. Siempre la notaba algo seria. Me pregunto qué habrá iluminado su ánimo.

─ ¿De qué hablas?, Sólo estoy de buen humor, Archer. No es algo de que sorprenderse.

— Qué raro. Esta vez la veo... ¿Alegre? ¿Sonriente?