— Supo que era el momento de adentrarse a casa, era hora de ir por un poco de té y leer algún libro, se levantó con calma rompiendo una pequeña rama en el proceso, se sostuvo con suma suavidad comenzando a arreglar su vestido, este parecía haberse ensuciado un poco, cuando estuvo lista para regresar notó la presencia de alguien aún par de metros de ella, los suficiente para poder apreciar sus cabellos dorados, tal vez se trataba de Mikhail pero...No parecía ser él, se acercó con cuidado sus pasos parecían ser un poco temerosos.

— Disculpa.... ¿Quién eres? — Preguntó curiosa, dejando que su mirada no se alejara del contrario, una parte de ella le decía que continuara con su camino que no se detuviera y así hizo hasta que al fin se encontró frente a él, manteniendo su postura, jamás pensó que dejaría sus miedos de lado y enfrentar a aún desconocido sabiendo que era un riesgo más para ella quién hasta ahora ha vivido allí en soledad sin saber de Mikhail cuando este