No sabía si era a ella a quien llamaban pero aquel grito la hizo voltear a ver. Y claramente era a ella a quien buscaban, aunque no conocía al chico que se encontraba frente a ella. Y más fue su sorpresa al escuchar sus palabras, pestañeando varias veces, sin entender muy bien la situación.

Se quedó viendo la carta para luego alzar su mirada hacia él. Y a lo lejos logró ver a otro joven que los observaba. Arqueo una de sus cejas.

— Así que tu primo...— Extendió su mano, aceptando la carta.

—¡Oyeee! —Gritó desde lo lejos, pasando por una multitud de personas hasta llegar a la estudiante—, ¿Kotegawa Yui, cierto? Disculpa que te moleste, es que uno de mis primos no deja hablar de tí y ...bueno, me pidió que te entregue esto.

Sacó entonces una carta de su bolsillo, sí la chica miraba bien se podía ver detrás de un árbol al familiar del hafū escondido por la pena de hablarle.