-Negó rápidamente, no era aquella mascota la cual había dejado libre en su patio trasero, quizá que destrozos ya habría hecho.-

Nouu, ¡es otro! es extraño, tiene cara de huesos, lleva túnica laaaaaarga, y-y-y una especie de navaja en un palo largo.

-Parecía que la pequeña describía algo peligroso, pero evidentemente ella no tenía miedo por aquélla presencia dentro del bosque.-

—¿Amigo? ¿Hablas de la nueva mascota? —Entrecierra los ojos con cierta incertidumbre de por medio, pero mientras tanto, él le mantiene alzada y no se ve que tenga intenciones de dejarle en el suelo.

-Sus pequeños pies continuaron "corriendo" por breves instantes aún cuando fue alzada del suelo, no fue hasta que escuchó la voz de su padre que se detuvo.-

Yo, yo iba al bosque, quería llevar una flor para ese amigo nuevo que encontré allí.

—Hey. —Le pilla desde el pescuezo y le alza antes que siga corriendo. —¿Y a dónde crees que vas, pequeña seta?