[code] Su mirada rojiza se fijaba en el cielo, la noche le recordaba al día en que le encontró, cuando pudo protegerla de aquél vampiro convertido. Aquellos días siempre permeaban en su memoria y le hacían feliz.
Yuki, tus ocupaciones son importantes, eres un pilar de esta academia, pero aún así, no deberías olvidar a la persona que te salvo, todos los días extraño los momentos felices que vivimos juntos... [/code]
Los enormes ojos rojizos de la castaña estaban plantados en el cielo, la oscuridad y el contraste de las estrellas se veía hermoso, especialmente cuando Kaname estaba cerca, podía admirar el firmamento junto a su ¿ídolo? si, su héroe, era una noche bellísima, aún con las malas vibras que podía sentir desde diversos puntos, incluso se imaginaba lo mal que debía estar hablando Zero de ella, pero de momento, no le importaba, nada más que estar ahí.
Tenemos que mantener el orden en la escuela, aún sumando todas las horas no hay tiempo suficiente para hacer estas cosas... M-Muchas gracias por dejarme estar aquí, Kaname-sama...
[code]Estar recostado allí le brindaba calma, era impensable que una humana estuviese en los dominios de la clase nocturna, pero él lo había permitido, y justo estaban en el jardín privado del sitio, un lugar donde no podían molestarle, aunque de lejos los celos y reclamos de otros vampiros estuviesen ahí presentes, pensando en que era aberrante el hecho de que alguien del linaje tan puro como Kaname se juntase con una humana.
─ Extrañaba tener estos momentos juntos Yuki, han pasado tantos años desde que no hacíamos algo así...[/code]
