Reir hasta llorar por lo patetico que pueden ser las personas consegradas a la justicia. En su rostro dibujaba una curviada y perfecta sonrisa. El coorderito venia directamente sobre el. Estaba poniendo su cuello entre sus fauses. Claro que le divertia mantener el control, sentirse sobre los demas, seguro de que sus acciones acarrearian cosas malas.

-Claro, con tigo basta y sobra para terminar lo que vine a empezar...Juro que lo cumplire una vez sienta que he dañado el valor equivalente a mi dolor- Usaria sus definiciones en contra, dandole lo que quire escuchar mientras lo consume en una delisiosa traicion.

Se arrimo quitando una de sus cintas paraq ponerlas sobre las muñecas reforzando con buenos nudos su amarre, tironeo del cordero. -Pero no lo hare aqui, ningun idiota debe de ver lo que estoy por hacerte. Solo yo tengo el privilegio de disfrutar hasta el ultimo aliento...- Volvio a jalarlo, lo llevaria de regreso a la cabaña donde hasta ahora lo estaba alojando.