*se levantó y se puso sus botas para seguirlo con su capa jugando en la nieve y persiguiendo a su amigo gatuno*

Meaw....!

*Emitió un maullido más corto y agudo, observando la hoja de papel, la tinta al ser negra daba una perfecta idea de que se trataba de él y sus ojos aunque rojizos se veían fijos en el dibujo*

*Sintió que algo era atado a su cuello, una cinta pequeña y roja, maulló una segunda vez y saltó hacía la ventana mirando fijó al joven para que lo acompañe, había empezado a juntarse la nieve en la montaña, inclinó la cabeza confundido..*

Meaw..?

*miro al mínimo y siguió dibujando,cuando terminó se acercó enseñándole la imagen en papel*

Que te parece esto? Te gusta? Eres tú....hmmm te falta algo..*le puso una cinta en el cuello*

... *Después de comer pareció pareció que el minino se dio cuenta de lo que estaba haciendo él porque se sentó juntando sus patitas y elevando un poco la cabeza, estirando un poco el cuello como si estuviera posando para Xiao*

*Miraba hacia la ventana, a la luna cuando escuchó las voces a lo lejos y alzó las orejas, llevó unos minutos así hasta que el ruidito se escuchó más cerca de la ventana, por lo visto un ratón se había perdido por allí*

*estaba sentado con sus rodillas en el piso y la espalda erguida frente a un taburete dónde practicaba su caligrafía, tenía lindos y hermosos trazos con la mano.*

*alzó la vista un momento para ver algunos jóvenes mayores hablar con la maestra, estos se despedían pues saldrían de cacería, y se despidieron de Xiao*

Sigue practicando la caligrafía A-Xiao!

*El menor les despidió de la mano y siguió en sus garabatos, pero está vez no copiaba nada, estaba dibujando a su amigo gatito*

Meaw.!

*Se encogió un poco mientras era cargado en brazos, pronto sintió el ruido de ese cuenco que solia ofrecerle cuando iba de visita, por lo general era lo mismo que comía el joven en la mañana y eso lo agradecía..*

*Saltó de sus brazos y se sentó frente al cuenco comiendo relamiendose después de dar unas mordidas, el pescado de la montaña era su favorito y mientras comía observaba de reojo al joven, le interesaba lo que estaba haciendo, era curioso*

*tomo al mínimo en brazos y lo llevo de regreso a su habitación, tomando su cuenco para servirle comida, Daozgang era joven aún no bajaba de la montaña celestial y aún conservaba esos ojos azules llenos de vida que reflejaban el cielo*

*Colocó al mínimo en el cuenco para que coma*

Me agrada que me visites.

*En sus brazos se dejó estar estirando hacía arriba sus patitas para jurar con él, sus orbes rojizos resaltaba en la oscuridad, parecía un híbrido entre algún demonio felino pero que le había tomado cariño al elegante monje..*

Meaww..~

*De niño que recorría siempre ésa distancia hacia la montaña celestial para aparecer "casualmente" cuando el joven discípulo estaba fuera, meditando o entrenando sus maullidos se escuchaban en las noches de luna*

*termina por tomar en brazos al mínimo Yang y le frota su barriguita y mentón*

Que lindo minino