*Un poco avergonzado, solo atino a abrir sus labios en automatico y tener aquellos fideos en su boca, tomo los suyos para sorber un poco aunque no estaba acostumbrado a hacer ruidos al comer, fue un poco gracioso verlo*

*algunas personas a su alrededor no pudieron evitar voltear a verles un poco sorprendidos*

Jajaj! Claro que tenia hambre, fue buena idea venir, Daozhang salvo su carnecita.. *Tomó con los palillos un buen bocado de fideos y se los acercó pidiendo* Xiao, Xiao! Di ah..

*Tomó con cuidado la cuchara para comenzar a probar el caldo despacio, lo caliente era reconfortante, después agarro algo de arroz para comer despacio*

Está muy rico, o también tenía hambre..

Está bien Daozhang, yo cuidaré esto. *Sujetó la bolsita y la guardo entre su hanfu, si era cierto que Xue podía conseguía más cosas con ese dinero o incluso podia multiplicar esas monedas*

Dos platos grades para los maestros. *La señora depósito los cuencos en la mesa y entonces Xue tomó el suyo para comer unos bocados*

Me lo dió un señor después de ayudarle en una cacería, pero llegaron más personas y me dieron está bolsita. *Se la entrega*

Podrías guardarla tu? Por alguna razón tu economizas más que yo..

*Era cierto siempre lo robaban por el hecho de ser ciego había más estafadores*

Daozhang, ¿De dónde sacaste dinero? *Miró hacia la señora que calentaba los fideos en una olla de acero, luego como era habitual su mirada se fijo en ese taoista que tenia enfrente, puesto que estaban juntos se sentó cómodamente a beber en lo que llegaban los fideos*

*lo bajo para colocar las monedas en la mesa y pedir dos razones grandes para ambos con algunas guarniciones*

Fideos! *Incluso había intentado recrearlos para Xiao Xingchen pero no eran exactamente iguales, de sabor intenso pero un poco picante. Se dejó cargar hasta que llegaron al lugar donde una señora los preparaba*

Me han dado algo de dinero así que podré invitarte los fideos que te gustan, vamos

No, en eso tienes razón..

*Contestó en un tono seguro a lo de "no me soltaras" se dejó cargar, como costal de papas, a veces le gustaban esos paseos al hombro aunque al estar dado vuelta solo veia lo que habia detrás y no lo que tenían enfrente. Más tarde saldría a cazar un jabalí*