—Había entrado en un profundo letargo por algún tiempo, dejando los días pasar hasta que fue despertando de ese sueño, abriendo los ojos lentamente, sintiendo el frío del viento colarse en su alcoba.—
—La suave voz junto con aquella caricia le hicieron reaccionar más rápido, observando al cultivador que se había marchado de repente, sonriendo suave.—
*Aquel cultivador entró entonces a la habitación del dragón que estuvo a su lado por un lapso de tiempo antes de emprender un viaje largo. Una vez dentro, acarició la mejilla del mismo con suavidad. *
