Mi cuerpo quema...
Cada vez es peor la sensación, más fuerte...
—Con el paso del tiempo y, aún después de su alumbramiento, el calor del celo era una tortura mayor. No era para menos, el celo crecía hasta ser un castigo, más para un Omega que nunca fue marcado por un alfa como tal pero que, a su vez se salía de ese distintivo molde.—