— Me parece una buena idea, no me molestara para nada — Se encogió de hombros como si nada a la vez que jalaba de este para que le guiara, dormir no estaría mal.

—Aquellas palabras resonaron en su cabeza, ya había muerto y, a pesar de la decepción que ocasionó, era cierto que su madre le dio una segunda oportunidad a pesar de todo.—

Ah... Puedes... puedes quedarte en casa.
Claro, si no te molesta estar donde me refugio, Hëi'àn~

— No lo harán, si tu mueres no harán otro...— Fue todo lo que dijo no entraría en detalles, el no pudo evitar bajar la mirada, estaba molesto, más que molestó sentía odio hacia si mismo, más al punto al cual había llegado, una maldición por completo, una que podría dejarlo en malas condiciones.

— Ellos... No lo harían y no diré más... Estoy cansado, debería buscar un lugar donde dormir.

¿Quién iba a decirlo? Yo terminé siendo denigrado y rechazado por ellos al enamorarme de quien no debería. Tú, a pesar de todo, sigues en el camino que ellos dictaron para ti, aún eres el caos y la destrucción.

—Musitó suave, mirándolo y negando. Sabía que el Sol y la Luna, a pesar de no estar orgullosos, eran conscientes de el camino ajeno, pero sin la creación a su par, todo era desequilibrio.—

Seguro no tardarán más en crear otro dragón, no puede haber destrucción sin creación.

— Me aparte de la familia, sobre todo de ti... Padre y Madre habían dejado en claro que no te protegí porque quería verte muerto, eres mi hermano no podría desear tu muerte pero ellos no creyeron en mi — Fue todo lo que dijo, omitiría la parte de que su propia madre lo maldijo por haber fallado en cuidar de Xiao como el solía llamarlo.

— Ellos no están orgullosos de mi... No los culpo, pero bueno, nos encontramos de nuevo.

—No pudo reprimir una leve risa con su "amenaza" inicial, terminando por volver a mirarlo fijo hasta sentir el agarre a su mano, bajando a observar esto para terminar siguiéndolo con calma, caminando a su lado.—

Yo... realmente no recuerdo mucho, casi nada.
Hëi'àn, siento que, desde que emergí del lago por segunda vez, no hay nada más que pueda recordar antes de eso.
¿Qué sucedió contigo durante ese tiempo?

— Soy tan cruel seguiré apretando tus mejillas hasta el cansancio — Se detuvo al escuchar su nombre, no dudo en mantener su mirada fija, ellos eran tan opuestos pero parecían acoplarse a la perfección por unos instantes, sus manos volvieron a tomar distancia dejando que una de ellas tomara la de Xiao con sutileza, comenzando a caminar con el.

— Sabes porque eh viajado solo desde que era un dragón joven, tal vez no lo recuerdes.... Siempre fui un desastre frente a nuestros padres y creo que aún lo soy.. Pero poco me importa... Y si puede que el enojo hable... Pero aquí estoy aún en pie.

—A diferencia ajena, él era incapaz de recordar una infancia, estaba seguro que no la tuvo y, aquel gesto, aunque tierno y familiar, le era desconocido también.
Tantos años, milenios sin verlo, siendo dos caras de una moneda y terminando por quedarse solo luego de las diferencias ante la creación y el caos, para ser precisamente él quien le consolaba en ese momento.—

Hëi'àn...

—Musitó suavemente, sonriendo un poco, subiendo las manos para sujetar las de su hermano.—

— Tengo momento de iría no puedo controlarlo, deberías saberlo mejor que nadie.... Xiao, nadie, ni siquiera yo debe hacerte sentir menos, soy un ser miserable que toda su vida ah estado solo, ni descendencia tengo... Tú eres más de lo que imaginas — Sus manos se posaron sobre las mejillas de este apretando las mismas como cuando eran niños, recordaba que solía jalar de estas para provocarle un poco de dolor y hacerle reír.

— Eres perfecto.... Y olvídate de las estupideces que dijo, ¿Crees que soy feliz si eres infeliz?

—La sorpresa llegó de golpe, aquellas palabras fueron inesperadas y, más aún, de quien venían.
Se giró apenas un momento a mirarlo, terminando por encogerse de hombros y mantener su semblante desanimado.—

¿Por qué lo dices? Tu mismo decías antes que... que había deshonrado todo y a nuestra raza.