—Llegó a su punto de quiebre... No puede más, no aguanta más, sólo quiere desaparecer para siempre. Si, es un drama, es su propio drama interno que lo consume cada cierto tiempo, que le borra del todo la sonrisa y hace desear la muerte como único alivio a lo que siente.—
—Su burbuja emocional apenas lo dejaba darse cuenta de su alrededor por desgracia, por lo mismo no notó cuando el contrario llegó hasta sentir el agarre en su mentón, mirándolo con los ojos cristalinos por el llanto, con aquella expresión de dolor que él ya conocía desde tiempo atrás.—
Caín...
—La respuesta era clara, pero no era por culpa de alguien sino sus propias emociones que terminaban de aflorar tarde o temprano, volviendo al llanto, buscando refugio en los brazos ajenos.—
Flexiono las rodillas para descender y quedar a la altura del dragón, lo tomó del mentón y levanto su rostro cabizbajo, llamando de ese modo su atención. —¿Sufres?— Era un hecho que si y eso lo hundía en tristeza.
