—Guardaba esperanzas, no iba a negarlo. La tonta ilusión que lo mantuvo firme hasta ese día, viviendo lo más normal que podía para no caer a la tristeza. Claro, como siempre, el volver a caer en la cruda realidad lo superó, una vez más le quedaba claro que era incapaz de amar como esperaban de él, que hacía sentir a sus seres amados como si no importaran, como si no los amara realmente ¿Para que engañarse? Él no servía para amar ni ser amado, era una vasija para los deseos carnales, sin valor, sin amor, sin saber porque renació luego de morir por sus primeras crías.—
— No te estoy viendo, miró hacia el frente mientras te sostengo... Solo llora mientras te abrazo mas no importa si mis ropas se mojan solo hazlo — Dijo calmo comenzando a brindar caricias en aquella espalda, como si intentará darle un consulto el dragon no dudo en mostrar su coña y así envolver a ambos con la misma, estaba preocupado pero no diría mas.
