—A pesar que sólo era un roce constante, el calor del momento y la excitación de estimularlo, lograban acelerar su respiración y hacer crecer el deseo.
Siguió moviéndose hasta ser detenido, casi con un puchero al reclamar por ello pero cambiando cuando escuchó su ansiedad, acercándose a robarle un beso apasionado aunque corto.—

N-no necesitas avisar, mi amor~
Mételo, sabes que soy todo tuyo~

Echo su cabeza hacia atrás jadeando por la deliciosa sensación que ese frote le otorgaba a su ansiosa virilidad, disfrutando del acto unos minutos más pues al sentir venirse lo detuvo, esa esencia calidad y espesa quería reservarlo para cuando entrara a su interior. —Espera. . . quiero entrar en ti—

—Sin duda ese hombre era la mezcla perfecta entre dulzura, pasión y perversión, dejando escapar una leve risa por su petición tan directa, tomándole las manos para llevarlas a su cadera y que le sujetara firme como le gustaba.—

Lo que mi amado desee~

—Musitó apenas, antes de empezar a mover sus caderas lentamente, suspirando al sentir el frote de la erección entre sus glúteos.—

—No sabes cuan feliz me hace escuchar esas palabras. . . te amo tanto y siempre te lo haré saber con palabras y acciones, sabrás que tan importante eres para mi — Correspondió ese rápido beso con una sutil sonrisa y antes de verse separado fío una suave mordida a uno de sus labios con total descaro. —Si entro en celo sera por tu causa cómo sigas provocandome. . . muevete más, deja que me masturbe con tus glúteos—

Jamás...

—Respondió con sencillez, mirándolo fijamente, acariciando su mejilla antes de mirarlo fijo de nuevo, con el profundo amor que le profesaba.—

Ya una vez pequé de no saber demostrar mi amor a sólo un único ser, pero eso no volverá a suceder.
Te amo, soy todo tuyo y tú, todo mío. Cada instante de mi existencia te demostraré lo que te amo, que eres el único hoy y siempre, mi amado~

—Murmuró suavemente, con seguridad, dejando un dulce, cálido y amoroso beso sobre los labios ajenos, sonriendo cuando pudo sentir la amenaza crecer entre sus glúteos.—

Creo... que cierto torito entrará en celo~

—Si dependiera de mi, te mantendría siempre a mi lado. . . a veces temo que algo te aleje de mi si me descuido — Lo abrazó un poco mas fuerte pero sin dañarlo, exponiendo su preocupación. —No quiero que nada ni nadie te aleje de mi— Su preocupación no evito que su trozo de carne se endureciera con el simple tacto de sus glúteos.

—Dentro del agua, lo escuchó, girando un poco a mirarlo con una sonrisa, admirando por igual su robusta y musculosa figura a comparación.—

No eres el único que disfruta de la vista, Agnar~

—Admitió, riendo leve para terminar sentado en el regazo ajeno, logrando sentir una pequeña "amenaza", sonriendo y acurrucándose con gusto, acariciando sus brazos al quedar rodeado.—

Mi amado torito, tan dulce y protector como nadie en este mundo~

Soltó una pequeña risa por el comentario que había hecho su dragón antes de tomar su mano y entre lazar sus dedos, lo siguió mientras recorría con una mirada lasciva esa esbelta y blanca figura, aunque ya lo había visto desnudo no dejaba de sentir cierta vergüenza como la primera vez que lo vio. —Tienes una hermosa y provocativa figura, me encanta— Se apresuro a entrar al agua sentándose sobre una de las tantas rocas que se encontraban sumergidas, al hacerlo trajo consigo al dragón, sentandolo en sus piernas para poder abrazarlo por la espalda.

—Se apartó ligeramente para permitirle despojarse de la poca ropa que usaba, admirando y deleitándose con la imagen de un hombre tan atractivo y seductor con apenas un par de acciones, mordiendo ligeramente su labio inferior.—

Todo mío~

—No pudo evitar decirlo, terminando por tomar suavemente su mano para guiarlo al agua una vez dejo caer del todo la tela que apenas si le cubría, dejando sus cabellos como la única cortina que tapara si cuerpo un poco.—

—No necesitas preguntar — Comenzó a quitar aquel cinturón que confeccionó con sus propias manos, para posteriormente deslizar el pantalon que cubría su parte baja, quedando en ropa interior. —Entremos, cariño — Estoy su brazo hacía el dragón y ofreció su mano para que él la tomase.