M-maldita sea esta necesidad... Lo detesto, no me... me gusta pero...lo necesito tsk...
—Murmuraba apenas, entre pequeños jadeos, sin ánimo alguno pero ya era un deseo incapaz de contener a la par, su soledad no hacía más que matarlo y era peor conforme pasaba más el tiempo.—
—Negó un par de veces en cuanto escuchó su mención, realmente ya era el menor de sus problemas, se había marchado para nunca más volver.—
Mi temor es por el exterior, sé que me protegerás de todo pero... pero mi temor sólo te sería una carga. Un adulto escudándose de otro por sus traumas, no quiero causarte ese inconveniente.
—Pudo notar como sus manos se empuñaron, preocupado, acercándose a tomarlas suavemente para que no siguiera lastimándose, mirándolo fijamente.—
Estaré feliz de ofrecerte mi hogar el tiempo que estés aquí, pero no puedo prometer que te acompañaré cuando decidas marchar.
