—Ese día despertó de mejores ánimos, tanto fue así que, nada más despertar, accedió a buscar comida y dejar la oscura cueva para recibir la luz del día de nuevo, inhalando profundamente el aire fresco.
Luego de un rato, cuando encontró de comer, tomó asiento a la entrada de la cueva, haciendo una fogata donde cocinar sus alimentos para luego comer con calma.—