*El taoísta conocía a la perfección ese dulce y travieso esposo, sabía cuándo era serio, cuando era juguetón y cuando quería atención, era como un minino en muchas ocasiones. Por lo que con una sincera sonrisa se aproximó un poco más para poder soltar su hanfu exterior y así abrigarlo entre sus brazos por la espalda*
Así ya no tendrás frío...siempre te cobijare bajo mi hanfu.
*No podía con él, cada vez que hablaba su esposo tenía unas palabras que lo ponían a mil por hora, muy enamorado y después de superado el asombro y el embobamiento se precipitaba a abrazarlo y llenar su mentón y su cuello de dulces besos..*
Yo no estaría aquí si no fuese por ti..
"Cielo".. tengo frío~
*Murmuró con una sonrisa traviesa esperando a que le abrace aunque más deseaba sus mimos*
Estoy orgulloso de los progresos..Wen me ha ayudado y tambien el maestro Zhou en relatarme como se ve..ademas la imaginacion me ayuda mucho, percibiendo el suave aroma de ls cerezos en flor por ser primavera...y como estos adornan este bello ambiente..
Pero...sabes que es lo que mas me gusta de este lugar? que lo puedo compartir con la persona amada..contigo A-Yang, si el paisaje es lindo, se disfruta mas estando a tu lado..
La secta se ha puesto tan hermosa en estos años Daozhang.. Aún no hemos terminado pero se ve tan llena de vida ahora que los discípulos están aquí~
*Aunque le gustaba estar solo con Daozhang y tenían que cuidarse mucho más de no ser tan impulsivos en público seguían encontrando donde amarse, la posada, en pequeños sitios pocos frecuentados en la secta. Wen había dicho que si sus sospechas eran ciertas estaban esperando un segundo bebé..*
