-Había clavado la espada en la roca tras esa última batalla. Sabía que era fuerte jamás se imaginó que su energía se incrementaría de pronto. Orgullosa de sí misma, con una nueva voluntad y carácter, tiró del mango de su arma para sacarla de la piedra y bajas de ahí. Iría ahora al Castillo Central, dónde sabe, en antaño, vivían los antigüos líderes de Asgard.
descendió en picada hacia el mismo, para entrar por una de las ventanas de aquel ancestral lugar hasta aterrizar dentro de la alcoba principal, dónde se había alojado la primera vez que llegó allí.
—La próxima vez... no me contendré... le demostraré de lo que soy capaz y lo haré... tragarse sus palabras... Me reconocerás como una de las más fuertes, Asura Sphatari, te lo juro.—
-Sobrevoló la zona bañada por la luz del atardecer. El castillo de occidente era bastante cómodo, pero se sentía como una intrusa, como si en ese lugar no fuese más que un mueble más y esto le molestaba a ella. Nunca había sido caprichosa, tampoco había hecho lo posible, a pesar de su inmortalidad, obtener un beneficio propio para vivir más cómoda, pero ahora veía las cosas de manera diferente y eso le molestaba.
Le molestaba haber perdido infinidad de oportunidades de no haber sido por el traidor y asesino. Habría crecido entre los suyos, adquiriendo conocimiento, fuerza y poder. Ahora, era solo una Mocosa, según las palabras de aquel que la había sacado de las calles cuando la encontró.
Le había liberado los sellos que contenían su miasma puro, y había empujado a la chica a fortalecerse y crecer, y cuando por fin lo había logrado, ¿La regañaba?
—Tch...! —Se elevó varios metros hasta casi alcanzar las nubes. Desde su posición, pudo ver el castillo, su destino y
…*La diestra palma se posó frente al demonio*…Restricciones eliminadas…*Y entonces se pudo sentir la gran fuerza del demonio del septimo infierno a su plenitud, fue un destello impresionante de energía que colisiono con el ambiente, un despliegue mágica lo suficientemente grande para hacer retumbar todo Asgard*…Que no vuelva a pasar…*Dicho lo anterior el serafín dio la vuelta alejándose, dirigiéndose hacia el castillo central mientras el mefistofelico rey controlaba su energía *
…Baal…*Su mirada se fijó en las anaranjadas llamas mientras se dirigía al más fuerte de los 3 demonios bajo su yugo actualmente *…Bloquea el núcleo con tu energía nuevamente, evitemos que vuelva a pasar, y sella castillo central…*El demonio se desvaneció de inmediato mientras la fisionomía de Abaddon se hacía presente frente a el inclinado*…~Lor..~…No…*El demonio quiso hablar pero Asura le silencio de inmediato mirándole fijamente *…No intentes excusarte, puedo entender que no contaras que el Asgard actuara en tu contra luego de tanto tiempo de servicio, pero sabemos claramente quien es, y la probabilidad existía, bajaste la guardia rey del séptimo infierno, tu poder está limitado a la mitad, pero estas en tu forma de batalla, y tienes autorización de libertad si es necesario, no deja de ser increíble que te haya sellado mientras estas a la mitad de tu capacidad, pero el núcleo infirió en ello…...
*Le permitió alejarse, de alguna forma le dio tranquilidad no cruzara el límite y tener que usar su fuerza en su contra, además de darle más información de su miasma, eran palabras desmedidas, incluso Asura aun desconocía el verdadero poder de tu hermano, pero hace mucho había cruzado los límites de su maestro Haziel, justo la razón por la que su energía pareciera más demoníaca que celestial, y la razón por la que solo usa su miasma divina cuando es realmente necesario*…Tu Ángel de la destrucción, gobernador del séptimo infierno, portador de la llama de la destrucción, acudid a mi llamado, acudid al mundo de los humanos..*Recito con calma mientras se alejaba caminando al sello situado ahora en el exterior del sitio, hacía mucho que no recitaba parte del cántico y realmente no necesitaba hacerlo completo pues el pacto seguía latente por suerte, fue pronto cuando la energía del serafín se extendía al sello comenzando a liberarlo y dando paso a la presencia del rey demoníaco*...
—Algún día seré tan fuerte como el mismo Haziel o Sephyria, ya veremos si sigo siendo una simple mocosa para ti. —
Miró hacia el sello dónde sabía estaba Abaddon. Su mayor orgullo desde que su entrenamiento iniciara en Asgard y la razón por la que ahora se sentía tan indignada.
—Tsk! —Torció la boca en disgusto y el miasma de pronto dejó de fluir, apagándose por completo como si hubiese sido extraído del ambiente de pronto.
Se cruzó de brazos, molesta, indignada por el trato. Había hecho algo que seguramente ningún otro serafín en su situación habría podido lograr y Asura la regañaba como si fuese una estúpida mocosa. Lo miró con molestia y luego al Ángel de la muerte detrás de él.
—Como sea... —Y les dio la espalda, de dónde salieron un hermoso par de alas negras y se elevó para volver al castillo dónde se había estado alojando desde que llegó.-
Ahora, elimina tu presión espiritual, desvanece tu miasma, no lo repetiré una tercera vez... *su mirada era firme, el miasma ajeno, cercano a el, parecía ser repelido por su propia energía, un mecanismo de defensa que ha usado durante siglos contra quien podria ser su colega de armas desde hace mucho, pero incluso sentía que ni el perfume maldito de dicha entidad es tan peligroso para el mismo como aquel miasma plateado, quizas es el castigo por haber renunciado a su esencia y aparte de ser un caído, adoctrinar energía demoníaca durante siglos en su ser *
un miasma puro obligándose a cumplir con el deber de prestar su fuerza como lo hacía en el pasado cuando cualquier serafín necesitaba de su poder, sin embargo siempre ha sido usado por el lider de la gran primera casa, o en su defecto el hasta ahora llamado último serafín *... Ahi tienes tus palabras Baal, ya no soy el último... *agrego con algo de sarcasmo pues alguna vez aquella entidad lo mencionó cuando uno de sus hijos había aparecido *... Tal vez prefieras que una niña impetuosa sea la gobernante del poder que Haziel protegió durante siglos y termine con la existencia de todo el goetia... *claramente buscaba enfadar a la joven serafín, la provocaba y de paso recordarle cual era su lugar, si bien el nucleo podía incrementar su poder 3 veces mas, aun era mucha la diferencia que existía entre ellos, de eso estaba seguro *
~Niña insolente.... ~...*Vocifero desde atras del serafín aquel demonio que andaba suelto el cual fue silenciado por la mano de asura que se elevo, era claro el por que sentía ser tan superior, tenia el respaldo del poder que por siglos acompañaba a las grandes familias, además de un tipo de miasma tan extraño que durante las existencia de las 5 grandes casas solo un juez tuvo y se le llamaba prodigio, el serafín sonreia con cierta ironía, observó mientras se acercaba, tenía claridad que ella podía dañarlo incluso con ataques muy ínfimos, pero ella no lo sabia, y aunque así fuera, el azabache gobernante de Asgard no demostraba ni el más mínimo apice de preocupación *... Dices que Asgard, una tierra bajo mi custodia te esta dando el poder para derrotar a seres demoniacos?... *exclamó con en tono burlesco, no es que fuera imposible, pero si era claro que un núcleo que lleva siglos alimentando el poder de un serafín que dia a dia ha perdido su esencia, ahora reconoce
