Escuchó con atención aquella explicación, más que resolver sus dudas, aquella solo generaba aún más preguntas que hacer. No quería ser invasivo en preguntar, pues sabía que la incomodidad no tardaría en aparecer. Sin embargo, ¿Que tan malo debió haber sido para tener una condena tan penosa?
Se acercó un momento para ver con detalle aquella figura que le mostraba sobre su nuca, parecía un hechizo, y de tratar de ser removido rebotaría en contra del quien le hubiese intentado remover, así como el portador. — ¿Es así como quieres terminar? — Cuestionó el mago tras mirar. Se había formado un nudo en la garganta al ver la seriedad del asunto. — Yo... — se detuvo. — Te acompañaré el tiempo que sea necesario. — finalizó, no entendía el motivo para ayudarle, o al menos para aceptar, pero parecía que ella lo necesitaba.
- Miro por breves segundos al hombre y después el suelo - Está vida no es mía… En mi primera fui una mala persona y en esta pago lo que antes no pude. - Fue sujetando sus platinos cabellos entre sus manos, girando para mostrar que en la nuca había una figura que iba tomando forma de un búho solo faltaban las alas - Una vez que se complete esto… Yo tendré mi libertad y podré disfrutar unos meses antes de convertirme en piedra o en una flor… - Soltó el cabello y volvió a girarse para encararlo - ¿Tú me acompañarías?…
Retrocedió un poco ante la repentina reacción, más no tardó en mostrar una tenue sonrisa, tratando de comprender el sentir de aquella. — ¿Una condena? La condena es para los prisioneros que han cometido algo imperdonable. Usted. . . ¿Ha cometido un crimen? —No comprendía del todo de lo que ella hablaba, tan solo se hacía una idea de que hablaba de ella como de un criminal se tratase. — ¿Tanto anhelas esa libertad? — Siguió cuestionando, quería entender. — No estás sola, incluso podría acompañarte por un tiempo. —
¡N-no creo que sea del todo lamentable! - Se apresuro a hablar, sacudiendo ligeramente las manos tratando de encontrar las palabras correctas para explicar la carga de su sentir. - Mi vida se ha limitado a pagar una condena que pronto acabará... Solo me falta un año, entonces llegue a cuestionarme... ¿Qué será de mi después de tener mi libertad? Ya no tendré un lugar a dónde ir, no tendré a mis compañeros... - Conforme hablaba, el semblante sonriente se fue transformando a uno triste, incluso el tono fue bajando. - Estaré sola.
