-Observa a su hija en su postura tan cómoda apoyando en los dos árboles.- Sólo estaba entrenando... A veces, extraño ser un monje. Fueron 2.000 años en el monacato. ¿Prefieres a tu padre con hábito budista o con armadura?. -Levanta la vista, volviendo su característica sonrisa arrogante a su hija.-
-Tsubaki llega y se pone cómoda en dos árboles, apoyándose con la espalda en uno y con los pies en el otro para observar mejor su padre encendido en llamas.-Porque tan "prendido" padre? Acaso estas celebrando el hecho de no ser más un monje? -Se cruza de brazos para enfatizar mejor su sonrisa arrogante.-
-No sabría decirte si eres taaan ingenua cómo dice ese tal Rafael, si eres el pilar no va a ser tan fácil que te dejen ser libre y hacer lo que desees con tu vida. -Se acuclilla, mirando a la ángel desde abajo y la ve abrazandose a sí mísma.- Un soporte, eres una especie de guardiana que debe mantener el equilibrio entre tu deidad y los demás principales. Me imagino lo doloroso que debió ser ver a tu padre siendo esclavo, azotado por la tirania de ese faraón... Tu padre se sacrificó a sí mísmo para salvarte de un destino más cruel que podrías haber tenido cómo una esclava mujer, tu padre fue un buen hombre... -Cierra sus ojos, imaginandose el relato de la chica y tratando de entenderla, no tuvo padres así que le era un poco díficil saber esa clase de amor de padres a hijos.- ¿Te molesta que ese ángel te apellidó ingenua y preocupada?. ¿Alinna es tu verdadero nombre dado por tus padres o fue otro ángel?.
de trigo para el faraón. Encontraron allí a mi padre y los guardias del faraón le dieron a escoger entre entregar a su hija -se señala- o a su esposa a trabajos muy indecorosos o el pagar la deuda con trabajo en la nueva pirámide -siente que se le estruja el corazón- La pirámide es cruel, muchos mueren en ese trabajo y eran aplastados por las rocas, sufrí y le rogué a mi padre que me permitiera hacer algo pero se negó, lo vi ser azotado, golpeado y dejado sin comer... Estaba muy débil y en la misma duna que mi padre había rezado también comencé a rezar... Apareció ante mis ojos un hombre alto, sus cabellos eran dorados y atractivos, tenía rasgos finos y olía a incienso... Era Rafael, me dijo que era una tonta, que mi padre lo hacía porque me amaba, y solo pude decirle que yo lo amaba mucho más y no deseaba verlo así... Desde entonces -suspiro- Me dijo que me llamaría Ophreha, Ophreha significa ingenua y preocupada
- Si, ellos me protegían y me guiaban por un buen camino... Aunque Rafael dice que ellos me hicieron ingenua... -suspira- Yo soy el pilar que mantiene actualmente el equilibrio entre el Máximo y los ángeles principales... Mayormente los ángeles son creados por las nubes y los principales son moldeados de distintas formas... pocas veces un humano llega a tener esa pureza que le hace convertirse en ángel al morir... ¡imagina cuanto apoyo tuve que tener para convertirme en un ángel principal siendo anteriormente humana! -se abraza a sí misma- Es macabro pensar que cualquiera de mis acciones puede ser tomada a mal, soy importante es lo que me dicen... pero en mi punto de vista solo soy un soporte. Rafael es otro ángel, es muy amable pero juguetón, suele burlarse de mi. Bueno había una duna -hace una seña con las manos como para mostrar la altura- muy grande donde un día mi padre estaba rezando ya que las cosechas no habían sido lo suficiente, había sido pésimo y no podíamos pagar los kilos
-¿Extrañas a los que fueron tus padres?. Sí, ya eres una buena dibujante serías una musa en la escultura. -Le sonrié.- Ahora, ¿sientes que eres importante cómo ángel?. ¿Que significa tu apellido Ophreha?. ¿Raphael es otro ángel?, ¿Que clemencia pediste para tu padre?... Fuiste una persona de un origen humilde en Egipto. ¿Que ofrenda exigía el faraón?. -Lanzó, varias preguntas a la vez. Desconocia gran parte de la cultura del Antiguo Egipto, al parecer la ángel desea recuperar esa vida previa.-
- Bueno, sentía cariño, mi madre era bastante humilde, siempre recogíamos agua para los trabajadores, podía sentir como mi padre me abrazaba con cariño, cosa que ya no puedo. Sentía que quizás yo no fuese importante, pero existía, podía pasear sin restricciones y no me pedirían que contara cosas que no deseo. Si la recuperara... Aprendería a esculpir -se queda pensando- Bueno, mi madre ni mi padre se apellidaban Ophreha, este apellido es solo una especie de burla que me dio Rafael cuando pedí clemencia por mi padre por primera vez. El apellido de mi padre era Amin y el de mi madre era Tutmose. Ellos nacieron en Egipto hasta donde yo tengo entendido... No éramos ricos, en realidad carecíamos de muchas ganancias, lo que cultivavamos mi madre y yo no era suficiente para pagarle la ofrenda al faraón
-¿Que cosas sentías y eras libre de sentirlas cómo una mortal humana?. ¿Que harías si recuperarás esa vida mortal que tuviste como egipcia?. -Mira el vestido de la chica por un momento, sonriendole prestandole toda su atención.- Parte contandome de tus origenes, niñez y el principe que te regalo tu vestido.
-Se sonrojo por completo pero por su piel oscura poco se notaba, sonrió un poco-
- La extraño, sentía tantas cosas y era libre de sentirlas, era tan bonito, quizás hasta extraño los múltiples destrozos que realizaban los monarcas a nuestros hogares... era lastimero -Sonrió, no se quito aquella tela que tapaba su cabello y toco su vestido- Me lo regalo un príncipe que conocí, era amable. Bueno, ¿qué deseas que te cuente?
