-Es aceptable; Su sabiduría aunque sea abundante no lo exenta de las fuertes emociones que albergan en su corazón. Los años pasan y estos se añejan a tal grado de florecer y refrescar con finos recuerdos de quienes no contamos ahora.- Fijo su mirada en el- Un hijo es un hijo y al perderlo no tiene nombre como si quedas viudo o huérfano. Las cosas cambian y cuestan mas pasar el duelo- No creía que estuviese hablando de eso de manera tan abierta.

-En pocas palabras, ella estaría feliz de recordar el verdadero amor que le tiene, a pesar de la distancia...me pregunto... ¿Si los que no están podrán sentir lo que sienten a quienes dejaron atrás?- Su expresión fue bastante seria e intervino de inmediato. - Perdóneme por haber venido sin previa invitación si ni siquiera llamar a la puerta... Lo iba a hacer pero no pude evitar escucharle... -

-En efecto, soy uno mas al cuidado del señor Bajie; Me parece curioso que aun entre los sabios lleven esa estrecha relación de hermandad-

-Ya lo acepte hace mucho tiempo atrás pero me vuelto algo nostálgico. Perdí a dos hijas, las princesas de mi reino. Soy un buda puedo superar rápido las cosas. -Comenta el gran sabio al joven que vino a visitarle.- ¿Eres el nuevo hijo del idiota de mi hermano cerdo?.

-Es lamentable escucharlo hablar de esa forma gran sabio- El dolor clavado en un hombre que probablemente lo comprende todo es real. Duro, si ya a perdido uno de sus hijos.