- ¿Si puedo beber allí? La última vez con suerte me daban café sin cafeína...

Le parecía tentadora la idea de corromper a Wonder Woman, pero incluso ella era capaz de entender cuando algo era imposible; una de las grandes virtudes de la amazona era ser inquebrantable cuando tomaba una decisión, sin contar el lado ético y moral que traía consigo misma como una coraza; es por eso que ambas siempre tendrían diferencias al momento de hacer las cosas, Harley había olvidado por completo el significado de lo "moral".

- Si me vas a visitar podría dejar de quejarme, y cuando escape prometo visitarte yo misma~

La joven arlequín había pasado por largos procesos en su vida, sobre todo cuando decidió dejar a su amado. Era cierto que su código moral todavía carecía de claridad, sin embargo si fue liberada anteriormente, fue justamente para "servir al bien" aunque obvio, a su propia manera.

—No te apures, arlequín. Te tomarás unos tragos...

Mantenía a consciencia que la muchacha, tarde o temprano, escaparía. El arte de la huida era un lado placentero de Harley del que la amazona personalmente estimaba. Aún si su código moral impedía servir al mal, la traviesa payasa conservaba la gracia de una ninfa a la hora de armar sus escapes.

—...con los centinelas de Arkham. Estarás mejor atendida que en Miami. Lo prometo.

¿Próxima parada? No sé tú, pero yo en Miami tomándome unos tragos, lástima que decidas hacer el trabajo aburrido. ¡Te hace falta vivir un poco mejor! *No le preocupaba dónde pudiera llevarla, es por eso que apenas se inmutaba y nada más hacía bromas al respecto; está conciencia que incluso si es encarcelada, no tardará en estar libre: El mundo necesita un toque de Harley Quinn.*