Pudo sentir como su rostro se ponía completamente rojo por causa de las palabras del rubio. A veces su comportamiento la descolocaba, como ahora, la tomaba totalmente desprevenida.

— P-Pero qué dices... — Exclamó avergonzada, pero sin apartar la mirada de él.

El alma se devolvió al cuerpo, regresando a él la visión lentamente, de una escena totalmente borrosa paso a un hermosa imagen; era el dulce rostro de Winry.

─ EE-stoy bien, solo... no pude resistir tu encanto...

— ¿Ed? — Lo llamó al ver como se desmayaba. Y como no le respondía, se alarmó. Se tiro al suelo de rodillas para ver si estaba bien, mientras lo seguía llamando.

— ¡Ed, Ed, ED! —

No sabía qué decir, estaba completamente colorado, al punto de sentir que el roce del aire le quemaba la piel.

─ N-No ...Y-Yo... Ah...─ se desmayó involuntariamente.

No se había dado cuenta del rubio hasta que lo vio bajo sus tobillos. Su rostro enrojeció por completo y se aparto completamente avergonzada. — N-No pensé que estabas en la puerta. —

Solo pudo sentir cómo se iba de espalda, incluso antes de escuchar la perilla de la puerta crujir. Cayó boca arriba sobre el suelo, dónde su cabeza acabó entre los tobillos de Winry. En seguida su rostro quedó de un color rojo intenso y moviendo las manos delante suyo intentaba disculparse, pero las palabras no fluían.

— Ah...Más te vale...— Se salió de la bañera, secándose y colocándose una toalla alrededor de su cuerpo, cubriéndose lo suficiente. Abre la puerta sin saber que estaba recargado en ella.

─ ¿Eh?... N-No...─ aunque quizás "sí" era lo que quería decir. Quizás solo fue un reflejo y no había visto nada. Solo sabía que estaba avergonzado.

— Ed...— Lo llamó por su nombre, sacando un poco su cabeza del agua. Sus ojos se dirigieron hacia la puerta. — ¿Viste algo? —

— Fue mi error, no te disculpes — esbozaba una sonrisa a pesar de la conmoción, pues estaba feliz de la cercanía que ahora gozaban. Y posiblemente le vio un busto en el ajetreo (?)