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EdwardMunson · M
De alguna forma habían logrado convencer a Maxine para que se uniera a una de sus reuniones. Generalmente el Hellfire Club no suele aceptar miembros que no sepan mucho de que va Dungeons and Dragons, y claramente a Max no parecía interesarle el asunto en lo más mínimo, el tema era de que necesitaban de alguien más y bueno. Casualidades curiosas dieron a que la chica quisiera unirse por una vez en la vida. Quizás los asuntos con su hermanastro tuvieran que ver, no se sabía con certeza, pero el recuerdo de ellos le paso por la cabeza a Edward.
Para muchos en la ciudad de Hawkins el rubio era nuevo en el pueblo, pero para Eddie no, él ya había tenido el 'placer' de conocerlo en una escuela pasada. Si bien el metalero era de esta ciudad, también en el pasado ah tenido que pasar por dificultades, no solo lidiando con problemas económicos, pero las cosas con su familia ya de por si tampoco han ido bien. El hecho de que vive con su tío actualmente es prueba de ello. Eddie agradece que el hombre en realidad le aprecie y no lo vea como la mayoría lo ve. Un Friki 'malo y peligroso'.
En parte él se ah ganado esa fama, su energía tiende a explotar y hacerse notar ante los demás, dejando en claro que le disgustan los bullies además de toda clase de grupo que demuestre ser superior y los tachen a ellos -o a los demás- de 'raritos' solo porque disfrutan de un juego de fantasía. Los acusan de ser violentos por ello entre otras cosas más, como cuando un niño sigue jugando con sus video games una vez ya ha crecido y no tienen ni idea de lo que hablan. Si la gente es enferma va a seguir siéndolo, no importa si juegan o no a lo que jueguen. Si un enfermo ve una película violenta y ataca a otra persona, no es culpa de la película sino de la persona que sencillamente está necesitando que le aprieten los tornillos en su cabeza. Nada más.
Maxine no parecía interesada en un comienzo, pero tras haber estado jugando desde hacía una hora ya con el grupito de frikis, junto a Lucas y Dustin de los que ella conocía -Mike no había podido venir por razones mayores y fue por ello que Lucas insistio con que la pelirroja le acompañara,- cree entender la razón por la cual a estos les gustaba tanto ese juego de rol. Eddie llega a entrecerrar la mirada, sonriéndose internamente al ver a la chica saltar de emoción tras tirar los dados y sacar el número necesario para poder acabar con uno de los enemigos que les había estado estorbando en la última misión. El Master hace un acting de derrota bastante gracioso en lo que cae al suelo, Lucas abrazándose a Max y Dustin apretando los puños, diciendo algunas cosas que manifestaban el estrés que habían estado sintiendo, pero ahora todo estaba bien y podían sentirse realizados. Era por aquel tipo de emociones que ellos jugaban, ¿no? Un juego, una historia que te apartaba del mundo real aunque fuera por un rato. Jugar a ser héroes o villanos, interpretar otro rol que no tuviera que ser el suyo propio. Un respiro, un descanso.
-Aún no termina, -agrega el Master en lo que se pone de pie y sus manos se apoyan en la mesa detrás del tablero. Se preparaba para comentarles sobre un curioso giro dramático, cuando cree oír a alguien llamando a la entrada del pequeño tráiler. Max ya se había mostrado ansiosa al escuchar el claro sonido retumbante de la puerta del vehículo, que notoriamente se había hecho escuchar por la manera brusca con la que se frenó momentos atrás.
-Es Billy, -susurró ella, el miedo de a poco asomándose más y más en su rostro, por lo cual Eddie se reincorpora en el lugar y decide ir a ver que pasa. Ella piensa en esconderse al comienzo para que sus amigos no tengan que pagar las consecuencias, pero el mayor la toma del brazo haciendo un gesto de que se quede quieta. De preocuparle alguien en realidad seria Dustin y Lucas, Max ya estaba acostumbrada a huir y todo lo demás, era obvio.
-Huir no sirve de nada, si tenía que enterarse se iba a enterar tarde o temprano, ¿no? Iré a ver. -Se gira para ver a la puerta y comenzar a acercarse.- ¡Ya va! -Se hace escuchar antes de finalmente abrir el paso para poder salir y cerrar la puerta tras de él.- Wooow... Viejo, ¿Qué pasa? -Se ríe un poco por lo bajo con las manos en alto en gesto sumiso, por ahora.- Te noto algo alterado, Hargrove... -Bajo las manos y las llevo a los bolsillos de sus propios jeans.
Para muchos en la ciudad de Hawkins el rubio era nuevo en el pueblo, pero para Eddie no, él ya había tenido el 'placer' de conocerlo en una escuela pasada. Si bien el metalero era de esta ciudad, también en el pasado ah tenido que pasar por dificultades, no solo lidiando con problemas económicos, pero las cosas con su familia ya de por si tampoco han ido bien. El hecho de que vive con su tío actualmente es prueba de ello. Eddie agradece que el hombre en realidad le aprecie y no lo vea como la mayoría lo ve. Un Friki 'malo y peligroso'.
En parte él se ah ganado esa fama, su energía tiende a explotar y hacerse notar ante los demás, dejando en claro que le disgustan los bullies además de toda clase de grupo que demuestre ser superior y los tachen a ellos -o a los demás- de 'raritos' solo porque disfrutan de un juego de fantasía. Los acusan de ser violentos por ello entre otras cosas más, como cuando un niño sigue jugando con sus video games una vez ya ha crecido y no tienen ni idea de lo que hablan. Si la gente es enferma va a seguir siéndolo, no importa si juegan o no a lo que jueguen. Si un enfermo ve una película violenta y ataca a otra persona, no es culpa de la película sino de la persona que sencillamente está necesitando que le aprieten los tornillos en su cabeza. Nada más.
Maxine no parecía interesada en un comienzo, pero tras haber estado jugando desde hacía una hora ya con el grupito de frikis, junto a Lucas y Dustin de los que ella conocía -Mike no había podido venir por razones mayores y fue por ello que Lucas insistio con que la pelirroja le acompañara,- cree entender la razón por la cual a estos les gustaba tanto ese juego de rol. Eddie llega a entrecerrar la mirada, sonriéndose internamente al ver a la chica saltar de emoción tras tirar los dados y sacar el número necesario para poder acabar con uno de los enemigos que les había estado estorbando en la última misión. El Master hace un acting de derrota bastante gracioso en lo que cae al suelo, Lucas abrazándose a Max y Dustin apretando los puños, diciendo algunas cosas que manifestaban el estrés que habían estado sintiendo, pero ahora todo estaba bien y podían sentirse realizados. Era por aquel tipo de emociones que ellos jugaban, ¿no? Un juego, una historia que te apartaba del mundo real aunque fuera por un rato. Jugar a ser héroes o villanos, interpretar otro rol que no tuviera que ser el suyo propio. Un respiro, un descanso.
-Aún no termina, -agrega el Master en lo que se pone de pie y sus manos se apoyan en la mesa detrás del tablero. Se preparaba para comentarles sobre un curioso giro dramático, cuando cree oír a alguien llamando a la entrada del pequeño tráiler. Max ya se había mostrado ansiosa al escuchar el claro sonido retumbante de la puerta del vehículo, que notoriamente se había hecho escuchar por la manera brusca con la que se frenó momentos atrás.
-Es Billy, -susurró ella, el miedo de a poco asomándose más y más en su rostro, por lo cual Eddie se reincorpora en el lugar y decide ir a ver que pasa. Ella piensa en esconderse al comienzo para que sus amigos no tengan que pagar las consecuencias, pero el mayor la toma del brazo haciendo un gesto de que se quede quieta. De preocuparle alguien en realidad seria Dustin y Lucas, Max ya estaba acostumbrada a huir y todo lo demás, era obvio.
-Huir no sirve de nada, si tenía que enterarse se iba a enterar tarde o temprano, ¿no? Iré a ver. -Se gira para ver a la puerta y comenzar a acercarse.- ¡Ya va! -Se hace escuchar antes de finalmente abrir el paso para poder salir y cerrar la puerta tras de él.- Wooow... Viejo, ¿Qué pasa? -Se ríe un poco por lo bajo con las manos en alto en gesto sumiso, por ahora.- Te noto algo alterado, Hargrove... -Bajo las manos y las llevo a los bolsillos de sus propios jeans.