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Seguía caminando tras de él, notando que en cada paso el clima era más agresivo. Cuando el joven empezó a decirle las instrucciones ella hacia nota mental. - No darle oportunidad de atacar. No perder de vista manos y pies ¡Correcto! - Mencionó en voz baja sin dejar de caminar.
Schnee · M
Largas zancadas dio aquel joven al caminar, mostrando la costumbre que tenía por caminar en tan hostil ambiente. La ventisca se hizo más agresiva conforme subían la montaña, agitando con mayor fuerza las prendas que ambos llevaban. Para él, era un simple paseo en el parque, pero no podía segurar lo mismo para su acompañante.

― Lo primero que debes hacer... si le quieres detener, es no permitirle la oportunidad para atacar. De lo contrario estarás perdida. ― Comentó como la sugerencia que ella había pedido. ― Segundo, no pierdas de vista sus manos y pies. ― Continuó. Poco a poco subían entre laberintos de arboles tan altos como rascacielos, de los que no se veían sus copas.
El rostro le parecía algo jovial, ella pensaba que era mucho más mayor considerando la manera en la que hablaba —Gracias. — Dijo para enseguida seguirle respetando la distancia. El clima se ponía cada vez más hostil, eso no le iba a impedir poner un alto a tales masacres. Procuraba estar a la par con su “Guía”, no mencionó nada más hasta llegar al lugar, sin embargo, estaba al pendiente de sus alrededores o hasta donde la vista le permitía.
Schnee · M
— ¡Tch! — Chistó irritado sin algún argumento para contradecir. Parecía que no tenía otra opción que cooperar. Giró su cuerpo enteramente, dejando entrever un poco de su rostro que se ocultaba bajo la sombra de aquella capucha. Tan sólo su ojo detrás de un mechón de cabello rubio que se atravesaba en su ojo, el cual lucía un iris grisáceo.

— Bien... te llevaré. — Mencionó entre dientes, aún irritado. Hasta ahora, parecía que la ligera nevada seguiría hasta el amanecer. Tiempo suficiente para encaminar a la muchacha hasta donde aquel mencionado monstruo rondaba. — No te alejes, o te perderás... — Advirtió, girándose y retomando su camino. Con su diestra se dedicó a dar una señal para ser seguido, sin dejar aquel costal que cargaba sobre su hombro izquierdo.
—¿Por qué otra razón me advertirías del monstruo que habita aquí? — entrecerró la mirada ¬— Tal vez para ti la vida de estas personas no signifique nada, desconozco por completo tu historia y no pediré que me la cuentes — ¿Un motivo? Puede que tu no tengas uno, pero yo sí, me rehuso a ver morir más gente en cada paso que doy. Además, solo te pido algunos consejos para confrontarle — Obviamente ya se había dado a la idea que iría sola a dicho lugar.

—Por favor, será lo único que te pediría.
Schnee · M
Estuvo a punto de retomar su camino, necesitaba algo de alimento, especialmente carne. Escuchando aquella afirmación y suposición, éste trató de contener la risa, pues le parecía gracioso que asumiera que éste brindara su ayuda para exterminar al monstruoso ser de la montaña.

— ¿Qué motivación tengo para ayudarte contra ese ser? ¿Por qué debería ayuar a los humanos a florecer? — Cuestiona con dureza y resentimiento.
—¡Por supuesto que no!—Se quedó callada un momento. Bajo la mirada —Al menos no sola. — Admitió, ella no bastaría para detener a semejante verdugo y aunque no dudaba de sus habilidades lo más sensato era conseguir algo de apoyo, claro que era notorio que nadie del pueblo le prestaría su ayuda, eso era comprensible. Ella se giro, le miró y con pasos tranquilos camino hasta quedar a una distancia que no invadiera el espacio personal del joven.

—Tu eres el único que conoce muy bien a esa criatura. El único que si bien desconozco si me ayudará, al menos puede guiarme en como no morir a la primera. Dime ¿Me ayudarías? —
Schnee · M
— No me digas que tratarás de confrontarla... eso sería igual de estúpido como aquellos que trataron de encararla. — Responde, se había dado media vuelta de nuevo para mirarle un poco. No obstante aquella sombra que su capucha proyectaba, cubría perfectamente los ojos de aquel joven bajo la capa.

— Hacia el norte, allá en alguna de las laderas de la montaña. — respondió sin chistar, no le molestaba que ella se encontrase con aquella criatura, pues de esa manera podía deshacerse de los invasores que siempbre buscaban confrontarla. — Tal vez necesites a más de uno y un buen plan, pues realmente e visto algo y siempre me sigue... -
Encargó las cejas, siguió con la mirada donde apuntaba, lo que vio fue lo que en verdad logró provocarle horror y sobre todo vergüenza al no percatarse desde su llegada. Estaba tan sumida en lo interno que no tuvo iniciativa de ver más allá.

Solo eso logró despejar sus dudas, endureció la mirada ¿Qué tantos fueron los desafortunados que cayeron presa de esa “Criatura”? La siguiente pregunta sería podría ser una muy mala decisión o bien, lo que pondría fin a una tragedia.

-¿Sabes dónde se encuentra?― Dijo sin quitar la mirada de los cadáveres que colgaban por la muralla.
Schnee · M
Él estuvo a puto de hacer lo mismo, pero aquellas preguntas llenas de curiosidad hicieron detener su avance por la nieve. Respiró profundo, incluso para él, que ya estaba acostumbrado a vivir bajo aquellas extremas condiciones, los vapores de su aliento se dejaron ver en cada exhalación, pues era lo único que se mostraba ya que el resto de su faz se hallaba oculta bajo la sombra de aquella capucha.

Un leve sonido, similar a una risa se dejó escuchar de parte del varón. Realmente le causaba gracia el que alguien preguntase más sobre aquel monstruoso ser.

— Entonces no te has dado cuenta ¿Verdad? — Completó al tiempo en que giró su cuerpo para así apuntar al extremo norte de aquel poblado. No era necesario salir de este, pues a simple vista se podía observar la muralla que se encontraba en dicho sitio, una muralla de hielo que en su punto más alto terminaban en filosas puntas las cuales sostenían algunos cuerpos y cadáveres empalados. Las desafortunadas víctimas.

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