Mujer perdida. Fue tanta tu devoción a un hombre que no te ama. Y lo que más me duele es que fuiste a buscar amparo a los brazos de una botella. En vez de recurrir a mi cariño. Te necesitaba y tú acunabas tus miedos, los arrullabas con tus penas. Pero yo a pesar de eso te sigo amando, porque eres mi madre.