Dos pasos al frente suficientes para acercarse a la mujer de expresión maternal y una vez cerca de ella continuo.
— ¿No me he presentado cierto? Una disculpa mi nombre es Loki Laufeyson.
El tinte de voz que empleo fue de completo egocentrismo, omitió el tan glorioso título que Thor le hizo favor de nombrar "Dios del Engaño" las últimas palabras antes del deceso.
Seguramente la mujer seria pieza clave en el lugubre sitio para salir ileso.
La expresión de la mujer cambio radicalmente cuando los ojos se posaron en el menor, un tanto escalofriante siendo que esa mirada la vio antes, antes de ese día. No sé dejó intimidar por nada al final lo que buscaba era respuestas u usaría todas sus artimañas para lograr el objetivo así que cambio la expresión de duda a una plenamente confiada.
— Lo importante no es como llegué aquí, es como salir. Mis cálculos fallaron.
Negó con firmeza la idea de mostrarse vulnerable y perdido, el era el rey del Vacío y aunque carecía de importancia para unos, para otros imponía respeto, no por gobernar el lugar precisamente.
Ya que con ellos no era como con Vision, cuya energía y calidez perdió en ese proceso ; a ellos los escuchaba y sentía y sabía que Tommy y Billy aguardaban por ella en alguna parte del vasto espacio. Y su fuerza y voluntad de madre le impedía desistir en su búsqueda por recuperarlos.
Por ello es que ahora yacía de pie a poco de entrar; precisamente se había acercado a través de un frío páramo de gris y desolado aspecto hasta la tenebrosa entrada de esas cuevas. Las tenía en frente, sentía cómo el viento entraba a ellas como si fueran una enorme boca que tomaba una bocanada como queriendo tragarla.
Justo estaba por entrar cuando la voz de un niño llamó su atención, ssuobresaltándola no por la sorpresa sino precisamente porque su instinto maternal dictó alerta.
Al voltear y encontrarse con ese muchachito, la reacción inmediata de ser fue suavizar el gesto a uno un tanto protector, hasta bondadoso, al inclinar el rostro y detallar en él.
Y principalmente el riesgo, al ser incapaz aún de controlar sus fuerzas y manipulaciones arcanas y todo lo que las envolvía; poder desarticular la realidad como todos la conocen y articularla a su capricho. Para una mente actualmente fracturada, un poder así sería devastador.
Y ella lo sabía; no deseaba ser la artífice de lo que ella en carne propia ha vivido. No deseaba someter a nadie al suplicio de las pérdidas personales que a ella le han hecho sufrir tanto.
Pero había otro motivo que la tenía allí mismo, encaminada hacia las profundas y tenebrosas cuevas de las montañas de Wundagore. Allí donde la leyenda cuenta que Chthon creó el Darkhold.
Una especie de energía la había llamado a ese sitio; buscaba respuestas, todas con las que pudiera dar para llegar más cerca de lo que sus viajes astrales han podido. Siempre persiguiendo las voces de auxilio de sus dos hijitos.
El reclamo personal que le había hecho su consciencia era ese: sumirse en una etapa de aislamiento e introspección, impulsada ciertamente por el "incidente" en Westview. El ojo público y los gobiernos tenían la mira puesta en ella; la persecución tomaba formas ideológicas pero más particularmente literales y había estado migrando de sitio en sitio y de país en país hasta que sus inquietudes personales la habían llevado a la lejana y exótica Transia.
Sí, la introspección era la pieza clave para encontrar ese punto de equilibrio entre ella y su nueva identidad que había acogido como parte de sí misma desde el nacimiento; que en su cuerpo y alma encarnara la legendaria figura de la "Bruja Escarlata" era algo que no había pedido pero asumía por la responsabilidad que ello implicaba.
El Tempad que tomo "prestado" funcionó. Logro salir de el Vacío antes de que Alioth terminará con todo, huyo dejando a la variante mujer y el mayor batallando con la bestia, pero lo que más lamentaba era verse obligado a dejar a su mejor amigo.
Camino sin rumbo alguno ¿A qué línea temporal accedió? No era Asgard, nada conocido.
El nunca conoció Midgard, únicamente por las historias de Odin, incluso las estructuras eran diferentes de lo que él gigante de hielo conocía.
— ¿Eh?
Detuvo su nadar al divisar a lo lejos una silueta, no estaba solo y seguir huyendo no era opción, se acercó hasta ella y en cuanto la sombra se disipó dejo ver a la mujer de aspecto lúgubre. El contraste de su expresión con lo escarlata de su apariencia no sintonizaba.
