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¿Lo podrías haber imaginado? 〜
 
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SW-User
No había otro lugar en el mundo donde no deseara estar mas que allí, con ella. Cualquier parte, cualquier realidad estaba bien siempre y cuando estuvieran juntos. No dejaba de asentir ante sus palabras, ella también sabría en el corazón todo lo que significaba para él. No había palabras para ello.

Se dejaba hacer en silencio, apretando sus dedos mientras sonreía.

Ves, Wanda... somos reales –susurró durante el último beso que depositó sobre la punta de su nariz. En ese momento se volvía a sentir completo–. Eres necia, pero no tonta –elevó ambas manos de la mutante hasta su rostro y besó cada uno de sus nudillos. Suspiró hondamente después–. Ya podremos conversar. Es verdad que no quiero que enfermes.
WaaMax · F
Siempre.

Susurra para reafirmarlo; no sólo para ambos, especialmente para sí misma. No nota cuándo, pero sus manos estaban ya entrelazadas con las suyas, pero habiéndo llevado ambas a apoyar sobre sus propios hombros, insinuando un abrazo que le permita besarle la barbilla. Y luego los pómulos y al final la punta de la nariz, suspirando de nuevo.

Piénsame siempre, que yo te vivo todos los días.
WaaMax · F
Así que sí: lo abraza fuerte porque no puede con tantas emociones, casi sintiéndose explotar, casi siendo un peligro de desborde arcano. Podría cambiar las realidades sin querer, y que desapareciera todo y todos y ni eso importaría si al abrir los ojos su mellizo siguiera allí.

Y aún si separarse era una necesidad de su atormentada mente, ese beso le devolvió a la vida. Tocar sus labios siempre revitaliza, le ilumina el alma. Le trae la sensación de recuperar lo más preciado, y con esa misma sensación de anhelo enternecido también profundizó en el beso. Que no necesitó ser largo o afanoso: lo suficiente para revivir y lamerse los labios al separarse, y finalmente sonreír, dejando la frente unida a la ajena.


Nunca te fuiste de aquí dentro, esa es la verdad. Aún cuando lo quise, siempre estabas allí. No sé, ¿cómo pude siquiera pensar que sería capaz de sacarte de mi sistema? Soy necia. Y tonta, aunque digas lo contrario.
WaaMax · F
Quiere ser sincera a su sentir: euforia, nerviosismo, incluso un cierto anhelo que no hizo más que intensificar en la ausencia ajena. Mas eso le costaría mucho, muchísimo, tanto que el nudo en la garganta se sentía frío y pesado. Y es que entre el cúmulo de emociones también está un poco de culpa por sus desequilibrios y tropiezos. ¿Inteligente? Más bien ella se ve como una mutante de emociones torpes, volubles y volátiles.

Pero sabe que Pietro lo sabe . Que sus almas son una y se entienden. Y nadamás para comprobarlo vino ese abrazo que le robó un suspiro profundo. Lo estaba conteniendo desde hace rato.

¿Qué chiste tendría fingir o contenerse? Ninguno, realmente se entregó al abrazo y a sentir y escuchar ese corazón, y esa calidez, y sus palabras, todo.

Definitivamente. No hay más poder que el de dos almas que se aman, y se necesitan y están unidas por el lazo que ni ellos mismos han podido romper. Un lazo antiguo. Pensó.
SW-User
Tragó saliva. No quería separarse por nada del mundo, pero debía hacerlo.

Lentamente y con mucho pesar, le cedió a su hermana el espacio que ese "Es hora ya" demandaba. Su vista se había empañado, sus ojos vidriosos contemplaban en silencio esa silueta que siempre era la protagonista de sus sueños. El silencio reinó durante unos segundos más, en los que el mutante tomó el rostro de su otra mitad con ambas manos. Besó sus labios sin más. La besó profunda e intensamente, con la incertidumbre de si volvería a verla o no, pero con el amor más fuerte e inquebrantable.

Después unió su frente con la suya.

– Siempre.
SW-User
– Espera... sólo un poco más. Esto no ha terminado –lo alargaría lo que fuera necesario, aunque fuera para él. No había tenido suficiente, no aún. En todos esos años siempre había una "última despedida", siempre había un último abrazo, el más fuerte, un último beso.

Sólo para afirmarla, para seguir conteniéndola, una de sus manos fue a dar sobre su nuca. Se aseguró de que su abrazo fuera por el lado izquierdo de sus cuerpos. "Corazón con corazón", susurró a su oído mientras respiraba el aroma de su cabello oscuro. Era el mismo de siempre.

– Aquí estoy –siseaba por momentos, como si intentara darle calma, aunque más pareciera que era a sí mismo a quien intentaba calmar. No quería soltarle–. Pase lo que pase, ¿recuerdas? Te prometí que te buscaría cuando estuviera aquí, pasara lo que pasara.

...
SW-User
– Tienes razón. No conozco muchas palabras –quiso soltarse a reír pero los labios le temblaron. Un nudo se formó en su estómago sólo de escucharle repetir algo que él siempre decía con los años–. Siempre has sido la más inteligente de los dos.

Reconocía cuando algo la alteraba sólo de ver esas chispas rojas que brotaban de su cuerpo, ya fuese para bien o para mal. Y ese apretón en su mano lo recibió también como una señal. Una sensación cálida lo embargó y lo acunó. El ritmo de su respiración y de sus latidos se alteraba y se entrecortaba, joder que le había arrancado algo... ¿o devuelto? ¿Dónde se había quedado su naturaleza arrogante y altanera? Era la forma más pura de manipularlo.

– Puedo hacer ese minuto eterno –asintió, aunque en primera instancia quiso reprochar. Brevemente correspondió a su apretón, vaciló con entrelazar sus dedos a los de la castaña, pero en cambio se aprovechó de ese agarre para presionarle firmemente hacia él y estrecharle en el abrazo más fuerte de to
WaaMax · F
Ese minuto le servirá para disfrutar la familiaridad y confianza que la presencia y el toque ajeno le dan. Como una recarga de ese "algo" tan fuerte que le da un chispazo a su alma. Después de los sesenta segundos suspira, y abre los ojos (ni notó cuando los cerró), asintiéndole.

— Tú más que nadie sabe las cosas de mi. Es hora ya. Gracias. Porque si no eres real, al menos eres lo que necesitaba, Pietro.

Un apretón cálido, firme, que después soltó sin dejar de sonreírle. Ya no hablaría, pero el gesto de sus labios hablaría sin sonido, mientras se sostiene las mejillas: " Siempre. "
WaaMax · F
— He-ey, no son palabras raras. Más bien tú no conoces muchas.

Bromea, ¿puede ser más claro si sonríe así? Aunque el gesto dura poquito, pues en efecto después muerde su labio inferior y sus dedos se mueven inquietamente, soltando chispas rojas, también volutas de luz que se difuminan al enrollarse en sí mismas.

Pero, no viéndolo venir , la mano de su mellizo le dió el soporte que necesitaba. Sentía seguridad, pero a la vez ganas de hacerle sentir seguridad a él, de vuelta. Así que le apretó con las yemas, asintiendo.

A veces no se necesitan más palabras que un gesto así, simple pero hermoso en su sencillez.

— No sé. Pero por ahora estemos así. Un minuto exacto.
SW-User
— "Silvestres", palabras que sólo tú usas —rodó los ojos, pero con gracia.

Notó la confusión, la incomodidad, quizás.

— Estás nerviosa —su propion cuerpo sentía las vibraciones ajenas. Ella no se daba cuenta, pero el cómo mordía su labio inferior la delataba. En un parpadeo, sin pensarlo mucho, su instinto protector despertó y se encontró a sí mismo sosteniendo una de las manos ajenas. Era real, sentía su temperatura, la textura de su piel y cómo titilaba.

— Bestias. Fenómenos —sólo un par de formas en las que los habían llamado durante toda su vida. Era la primera vez en tanto tiempo que la tocaba, tal vez era él quien estaba temblando—. La lógica dictaría todo lo contrario. ¿Acaso deberíamos...?

Incapaz de dar otro paso al frente, por temer invadirla, su mandíbula volvió a tensar.

— Vuelve adentro, Wanda. Siempre has sido enfermiza, y hace frío.

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