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{ Happy b-day Vivian. } ROL
 
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User1564761 · 31-35, M
- Fingiendo que no había notado el pesar de Vivian, dio un trago largo a la cerveza al llevarse el tarro a los labios; tras concluir lo devolvió a la barra, golpeando la madera como solía hacerlo en sus épocas juveniles. Parecía querer recuperar el ánimo festivo a toda costa, y no solo eso, sino sacar a su esposa de aquel conato de tristeza: se inclinó hacia Vivian como ella había hecho antes, pero no la besó en los labios, sino que lo hizo en su cabeza. Luego, sin dejar de mirarla a los ojos, acercó su frente a la de su mujer para quedar tan cerca de ella que sus palabras en susurros no se perdieron, a pesar del bullicio en el lugar. - Eres tan hermosa como cuando te conocí. Tu personalidad chispeante y coqueta siempre me ha enamorado, Viv; anda, dame más de esa sonrisa que me vuelve loco. Hoy es tu cumpleaños, pero el regalo es para mí por poder verte feliz.
User1564761 · 31-35, M
- Travis no había pedido nada muy fuerte. Había estado bebiendo de su gin tonic a pequeños sorbos, sabiendo que habría alcohol durante la cena y más tarde la habitación tendría una botella de Dom Pérignon esperando; desde que era joven, no le costaba trabajo moderarse. Pensando en su templanza, ¿fue coincidencia que Vivian le ofreciera la cerveza y al tiempo su mirada se apagara? Eso le hizo pensar... Travis pudo recordar justamente esos detalles de ambos: Vivian alcoholizándose sin medida, él cargándola a la salida de un bar donde habían coincidido antes y la había visto beber sin control, como si quisiera olvidar algo para siempre. Debía ser algo del pasado. Pero Travis no dejaría que la celebración de su esposa se empañara por eso. - Solo un poco, cariño. Quiero estar sobrio y despierto del todo para darte tus regalos de cumpleaños restantes, más tarde.
User1564761 · 31-35, M
- Travis casi se había olvidado del asunto de los 9000 dólares (casi, porque la factura sin pagar de su tarjeta de crédito se lo recordaba) hasta que Vivian lo mencionó como si fuera cosa de todos los días. Al menos podía recordar y confirmar lo que ella había prometido: ese traje de baño había valido cada centavo; tendría que hacérselo saber. - Bueno, ahora puedo admitir que fue una mejor inversión de lo que pensé... - Dijo, sumando a sus palabras un guiño travieso, que vio interrumpido de manera muy agradable cuando Vivian se acercó a él para besarlo. Si había tenido alguna protesta que lanzar, se murió apenas sintió los labios de su esposa sobre los suyos, haciéndolo corresponder de buena gana y hablar con afecto tras la separación. -Te amo, Viv. Me alegra tanto que te hayas divertido, y la noche apenas empieza.
Vv1564759 · F
un gusto adquirido de sus años antes de Trav, años horribles... Su mirada se logró ensombrecer apenas al recrear la escena: ella bebiendo hasta no poder más, su ex novio llevándola cargando hasta el baño. Tragó saliva inmediatamente y recobró la compostura, sonriendo. - Anda, un trago.
Vv1564759 · F
cortado. - Soy tonta... - Proclamó en voz queda; tuvo que contener las lágrimas para que su pasado no la abrumara tan de pronto y le arruinara el resto del día. Para su fortuna Travis no tardó en hacerse presente y así iniciaron el viaje de cumpleaños que había esperado con ansias.

Nadaron por tanto tiempo que se encontraba somnolienta, entre la delgada línea de querer acostarse a dormir o seguir disfrutando de la velada; su esposo, sin embargo, tenía planes distintos y por eso la llevó a un bar para que disfrutaran una copa. - Cielo, ¿recuerdas esos 9,000 dolares? - Mencionó tras sonreír de manera pícara y, luego, echar a reír. - Me encanta pasar tiempo contigo haciendo cualquier cosa. - Se inclinó con cuidado para no perder el equilibrio y caer del banco que usaba, cuando lo tuvo al alcance le propinó un beso sonoro en los labios que duró menos de tres segundos. - Tenía muchas ganas de una espumosa cerveza, ¿quieres probarla? - Se la acercó, empujando el tarro con su mano. Ese era
Vv1564759 · F
- No había dejado de restregarles en la cara a las otras dos esposas que ese era su día, solamente por el placer de verlas enfadadas con la idea de que la pareja no volviera para dormir. Vivian se tomaba esos juegos como algo gracioso y sin intención real de lastimarlas... Aunque a veces sí que les gustaba tomar una pequeña venganza por haber aparecido en la vida de Travis y robarse así la atención de la primera —y ahora no única— esposa. Alistó su maleta y se vistió para la ocasión, tenía un par de nuevas y lujosas prendas para usar en el balneario al que iban; una de ellas incluso había costado 9,000 dolares. Con Lexie saliendo a la escuela y Fleur alegando que tenía trabajo, pronto se quedó sola en la inmensidad de la residencia: un hogar estilo japonés, largo y con varias habitaciones. Días como esos la ponían sentimental, por eso, de manera inconsciente, se llevó el índice hasta una tira de su pelo con la clara intención de jugar con este, solamente que olvidó que lo había
User1564761 · 31-35, M
- La primera parada de sus planes era un balneario, lugar donde pasaron la mayor parte de la tarde hasta que el sol empezó a descender. Después, Travis llevó a su esposa a un conocido bar de la ciudad con la intención de tomar algunos tragos y aperitivos, previos a la cena para la que tenía reservaciones en uno de los mejores hoteles, famoso por su restaurante. Después podrían terminar la velada en una suite alquilada especialmente para el evento. Con un gin tonic en mano, Travis se encontraba sentado al lado de Vivian, mirándola como si fuera la primera vez que la tenía enfrente. - ¿Te ha gustado ir a nadar conmigo? Debí haber sabido que te comprarías un traje de baño nuevo para la ocasión.
User1564761 · 31-35, M
- Una de las reglas que Travis y sus esposas habían acordado desde el principio de su insólita relación era que, cuando llegara el cumpleaños de alguna, Travis pasaría el día exclusivamente con ella, alejados de las demás. La fiesta de Vivian era la primera en el calendario, pero eso no impedía que en cada uno de los últimos tres años él organizara algo para ella sin reparar en gastos. Había comenzado el día preparándole el desayuno y llevándoselo a la cama, para después ir a la oficina un rato, dando tiempo a su esposa para que se relajara y arreglara con vistas a la cita que tendrían más tarde. Su mirada no se había separado del reloj en su despacho por más de unos minutos, pendiente del momento en el que podría escaparse de sus labores para comenzar la celebración con Vivian. Llegadas las doce en punto, Travis alegó tener que atender un pendiente fuera del corporativo y huyó, dirigiéndose inmediatamente a casa, donde seguramente lo esperaban. -

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