Respondió así sin más viendo a la visitante con sus ojos púrpuras mientras que sus colas se encargaban de mimar a su pareja hasta que por fin decide dirigirse hacia su hamaca.
Vi para ti todas las personas son especiales para ti, aun y si te hieren; tienes que ser un poco más específica. ─ Sintió la humedad en aquellos labios cuando dejo aquel beso, seguido por la presencia que llego a ella cuando la ventana fue abierta; con una expresión neutral se apartó un momento de Viviana testificando como era atraída por aquellas colas metálicas, sentándose sobre la cama y a falta del calor humano volvió a colocarse translucida. ─ Un placer conocerle señor ¿Escorpión? ─ ¿Ese era su nombre de verdad o solo un sobre nombre por parte de su amiga? ─ Leamun Diary… ese es mi nombre.
Dejándole un beso en la frente, escucho como la cortina se abría dejando el sol entrar como perro por su casa a la vez que la figura masculina era visualizada; ya se aconstumbro a que usa la ventana en vez de la puerta, le saludo con un movimiento de su mano, sabia que sus colas no esperarían a tomarla he así hicieron dejando un momento a Diary para quedar sujeta.
Decide entrar por el balcón y lentamente abriéndo la cortina hasta que observo a ambas, ladeo su cabeza y una cola de escorpion metálica rodeo la cintura de su pareja y la atrajo a su dirección.
─ Fue un alivio saber que no cambio para nada de gustos, podría llevarla a comer algunas detrás de la biblioteca pues había plantado ciertas cosas; ladeo la cabeza al escuchar que quería presentarle a alguien.─ Me presentaras a alguien ¿Quién deseas que conozca?
Rio por lo bajo antes sus palabras, teniéndola entre sus brazos acaricio gentilmente sus cabello, por supuesto que aún le gustaban sus amadas fresas eran su comida favorita después de todo.
¿Tienes hermanos? Bueno no sé de qué me sorprende siempre has sido un imán. ─ Miro su pedido sin dudarlo su cuerpo tomo forma para poder darle aquel abrazo quedándose sobre ella, la diferencia entre sus tamaños era evidente. ─ Sigues siendo pequeña, aun ¿te gustan las fresas?
Acomodo su cabello un poco, riendo ante las aclaraciones que resultaban contradictorias de cierta manera.── Oh pobre arañitas yo creo que ya no limpio las telarañas desde que mi hermano es una.
Mentira si las limpia, pero trata de ponerlas en algún otro lugar estratégico de su casa, en fin; no puede evitar estirar sus brazos pidiendo un abrazo proveniente de su niña hermosa.
─ Flotaba mirando hacia abajo, su cabello llegaba a servir de cortina para que ambas miradas no fueran interrumpidas.─ Estamos de regreso bueno eso espero no quiero regresar aunque debo limpiar las telarañas de la biblioteca.
