De mí no te preocupes, ¿sí? mis pensamientos no están orientados a otra cosa que no sea tu calor. Mi amor no es casual, por muy sexual que lo demuestre ; te deseo más allá de las piernas, en verdad quiero hacer bombear todo tu cuerpo así como palpita tu corazón.
Recibió su lengua dentro de su boca, jugueteando e entrelazándola llegando a parecer como si estuviera diciendo el abecedario; estando solo ellos dos en la habitación los únicos sonidos que se llegaban a escuchar eran los de sus reparaciones y claro pero no menos importante aquel beso que terminaría por aumentar los sentidos por la ansiedad que le provocaba de una buena manera, percibió aquel tacto sobre su vientre al momento que era despojada de su camisa, quedando así piel contra piel.
No dudo en responderle antes de que sus labios fuesen tomado por su pareja a lo cual respondió lentamente aquel besó hasta que su lengua fue buscando lentamente la de su contraria para iniciar una danza entre estás algo provocativa mientras le abrazaba más fuerte para apegarla lo más que podía contra su cuerpo además una vez que abrazo su cintura iba lentamente subiendo la camisa de la contraria descubriendo su vientre perfecto.
Ese aroma tan embriagante que desprendía de su cuerpo comenzaba a enloquecer sus sentidos, dejando que su cuerpo hiciera lo que quisiera; rodeando con sus piernas las caderas de su pareja para apegarse ¿distancia? Que es eso ¿un fantasma? No sabe ni la quiere cerca de ella.
── Escucha tus palabras amore mio porque entonces
en ti saciare mi egoísmo también.
Le susurro, justo cuando sus miradas se encontraron… Sonrió con dulzura acercándose lentamente hasta que sus labios se encontraron por fin con los de su pareja, callándole cualquier posibilidad de hablar con ella.
Niega repetidas veces cuando escucho aquello era obvio que no lo iba a hacer hasta que sus manos sujetaron bien aquellos muslos levantandolos solo un poco para que le abrazara por la cintura dejo de besarle el cuello de aquella forma tan provocativa solo para mirar un momento sus ojos.
Y quien le dijo a él, que deseaba ser liberada del lazo que los unía.
Sus manos jalaban con total descaro aquella prenda que tan estorbosa le resultaba en aquel momento, deseaba quitársela por completo dejando su torso completamente a su vista, admirando lo definido que se encontraba, escapo de sus labios un susurro tan gentilmente tras recibir aquel beso en la piel descubierta de su cuello, provocando un escalofrió por toda su columna vertebral hasta la punta de sus pies.
ahora que te tengo en mi posesión no deseo liberarte ni ahora ni nunca
Quedó claro que su espalda ya estaba bien marcada por su pareja pero no quitó el hecho de que levantó más sus piernas para acercarla más a su cuerpo besando con lentitud su cuello.
