Soltó un suspiro cuando fue tocada anunciando que se despertaría siendo alertada luego por el gruñido de su madre, algo seguramente no estaba bien, de golpe se puso erguida pero debido al cansancio se mareo con levedad llevando la mano a sus cien como si eso le ayudara a que no se moviera nada a su alrededor.

──Aaa ¿Qué paso? De que me perdí. ── La voces la descolocaron aún más terminando por tallar sus ojos. ── Madre… ¿San…¡Sanzu!?

Como que alguien no estab sola del todo.─Alejo sus dedos de la prenda de la joven clavando sus orber sobre los ajenos, no tenia miedo alguno ante la amenaza solo se cruzo de brazos restandole importancia a sus la palabras.─ Es facil entrar la puerta siempre esta abierta. Solo vine a visitarla.

-se escucho un fuerte gruñido cuando aquel sujeto hizo eso se le colocó al frente como una madre sobreprotectora mostrando sus colmillos- grrrr que haces en la casa de hija vivían! Zuka te dejará inconsciente si no te vas!

─Caminaba entre la penumbra cuando el brillo de la chimenea lo atrajo, encontrándose con la escena más encantadora que allá topado de cierta manera, no espero verla de ese modo. Aprovechando que dormía saco su celular para fotografiar la joven antes de que sus manos buscara halar aquella pantimedia rompiéndola más ─ Siempre tan confiada.