El aroma de las rosas llego hasta ella ocasionando una tenue sonrisa en sus labios, abrió sus ojos para encontrar que su habitación se había llenado cosa que le causo gracia.
Aunque en realidad siempre esa palabra se quedaría corta por lo que de verdad siente así que ¿de verdad es la palabra adecuada? Si lo pensaba la respuesta es un no rotundo pero mejor no pensar más y solo volver a dormir.
Suspiro tras el cambio agradable de temperatura en su frente e cuerpo por los paños fríos, era una sensación que le regresaba el cuerpo al alma por así decirlo.
── No pensaban enfermarme pero me alegra
saber que tu estas bien.
Volvió a cerrar sus ojos pues se mantenía despierta a duras penas por el cansancio.
Se subió poco a poco a la cama para tocar su frente con la propia notando aquella temperatura elevada, se alejó, se bajó de la cama y camino al baño para humedecer algunos paños para ponerlo sobre la frente de su madre y el resto en su cuerpo para bajar un poco su temperatura.
No necesito nada, sé que estas cansada hoy así que mejor que descanses ¿si?
La escucho venir desde el momento que cruzo el umbral de la puerta, alejo su brazo con el cual alejaba la luz o la poca que entraba en su habitación.
── Perdón mi cielo no aun no me siento bien. ─ Argumenta pues aún no se iba aquella fiebre es más incluso cree que empeora en la noche. ── ¿Necesitas algo?
