-El infante sintio una gran calma por las palabras de su madre como un suspenso cuando menciono que tenia que hablar con el, era nervioso, calro que si pero se quedo callado quedando sobre la cama y acomodandose en ella, el usaba ya su pijama de Dinosaurio, metio su cuerpo en las sabanas escuchabndo el sonido del agua de la ducha de su madre.-
-Tranquilo, tomo el libro que estaba a su diestra "Buscando a Alaska" lo observo un momento y efectivamente cuando su madre aparecio sonrio, le gustaba verla usar ese pijama ya que parecia una niña como el.- Mami es tan bonita parece un hada.
──Ya te perdone.─ Uno de los atributos de Viviana era su capacidad de perdonar, mas si se trartaba de sus seras amodos, en su corazón no existe la necesidad de guardar rencor. ──Eres el niño mas dulce, calido y tranquilo aunque a veces se te suelte la loco pero nos sentaremos a hablar, tenemos que aclarar ciertos puntos ¿si?
Su tono de voz era firme e calmado, una especie de combinación para que entendiera, a su ves, llegaron a su habitación donde lo dejaria en la cama para ir a tomar un baño, lo necesitaba para calmarse; solo duro 2horas para salir con el cabello humedo pero vestida con un pijama de conejo que su hijo eligio un día para ella.
Mami de verdad perdoname. -No se cansa de repetir aquella palabras a su madre, abrazandola con firmesa para sentirse seguro como siempre cuando se trataba de su madre o padre, debe , quiere darle a entender que la leccion fue aprendida; termino ocultando su rostro en el pecho de su madre.- Hueles a fresas.
Aunque deseé estas molesta con el, la verdad que puede entender el apego que se forma con sus hermano pero confia en que no lo va a repetir; lo toma entre sus brazos con cuidado, brindandole un beso en la frente para caminar con el a su habitación.
-Va hasta su madre y la abraza con calides pues no le gusta que esté molesta con el mucho menos piense cosas que no son, estara tranquilo y no ara cosas raras.- Mami dormimos.
