Sus ojos no daban crédito a lo que veía, no solo con el extraño remitente, sino que el rostro retratado en la pintura también había cambiado de facciones, ahora era una viva imagen de la señorita Vivian Vanrouge.
N-no entiendo nada.
Se paseó las manos sobre sus sienes.
El cuadro que le enviamos en efecto tiene la misma ropa y el mismo fondo con cada detalle, pero...
¿Cómo podría decirlo sin que sonara completamente descabellado?
El retrato que se encontraba en la pintura era de una mujer anciana de avanzada edad.
Del escritorio sacó el álbum de fotos reveladas de las tomas iniciales que hicieron del hallazgo cuando encontraron aquel cuadro dentro de las ruinas en la necrópolis, demostrándole a la mujer la evidencia de sus palabras.
