Muchas veces escucho eso y resultó siendo todo lo contrario, así que mantenía cierto ápice de duda en sus palabras ya alguien le había incluso dicho que a donde fuera le llevará y ¿donde estaba? Exacto...
──Hmm lo tiene, esta en su librería privada junto a la estatua de Gabriel.── Y pensar que sería uno de los que le traicionó hace tanto.──Sacha...
Apreto sus labios repitirndose a si misma que no debia morder, pero le dolía incluso que limpiara sus dedos de esa manera. Cerro los ojos tal vez si no miraba ¡Hijo de su maíz! Era peor la cura que la enfermedad sus instintos afloraron soltando pequeños gruñidos, qujidos, siceos. Sin contar el hecho que podía sentir incluso más que antes.
Por mi nadie sabrá sabes que no tengo la boca floja. - Comento apareciendo nuevamente tras la puerta pero con el botiquín en la mano, la hizo sentar para poder tomar sus mano y desinfectar las heridas- Jhon deberia tener un libro con esos apuntes en algún lugar. Sólo debemos ir por ellos.
──Si no mal recuerdo es la mezcla de sustancias tanto angelicales como... ¡¡Ay!!
Cerro uno de sus párpados al rose de sus dedos con el agua le ardió, esto era un claro motivo para no morderse a si misma pero si no lo hubiera hecho ¿contra quien se hubiera abalanzaron? Ya de por si, clavo sus uñas en la piel de su hermano ayer... Nada bueno realmente, no era una buena resolución.
──Mi hermano debe saber o mi hermana a veces los prepara... No quería que nadie lo supiera.
- Si perdía más tiempo temia que el resultado sea mas que predecible; le tomo de la muñeca solo para no tocar su mano, la hizo caminar con el hasta el baño para abrir el grifo y sumergir sus dedos en agua fría- ¿Que contienen esos supresores? No debe ser complicado su preparación. -Saco su mano y la envolvió en una toalla dejandola un momento para ir a buscar el botiquín-
Incorporándose con su ayuda quedo de pie junto con a el ¿realmente era graves sus mordidas? Hecho un vistazo a sus dedos, faltaba piel por el desgarro pero más era el escándalo de la sangre.
── Se acabaron los supresores se me olvidó decirle a John...── Sus manos comenzaron a arder un poco el hecho de no masticarlas comenzo a despertar la sensación de dolor. ── Tengo que calmarme...
Ya no digas nada creo comprender. - La levanta del suelo con delicadeza sujetando sus manos para evidenciar aquellas mordidas hacia sus dedos- Tulipán ¿que te has hecho? Desde cuando... desde cuando estas asi.
En realidad estaba ya entrando en los días donde su cuerpo monstraba ciertos desarreglos, la ansiedad era parte de esa sensación y luego evidentemente el hambre que hacía morder sus dedos.
