Se sintió realmente orgullosa ante el comportamiento de su hermano, sabía cómo manejarse en aquel mundo de apuestas ocasionando gran discordia en algunos dados que pensaron que sería fácil ganarle puesto pensaba que era un novato, pero aunque lo fuera ella tras manejar las cartas sabias como y cuando otorgarle las cartas más altas.
Claro que tenía que tener cierto cuidado de no ser atrapada por las cámaras o por uno de los hombres en la mesa, pero solo bastaba una sonrisa amable para que estos quedaran atontados eso y la bebida que nunca dejaba de llegar a la mesa.
──Es hora de las apuestas más altas… Recuerden pensar bien y no morder más de la cuenta.
*Solo recibió la bebida y empezó a mirar con detenimiento como funcionaba el juego, en si, era muy sencillo solo debías engañar a los otros y hacerlos creer que tenías una mala racha cuando tenías una buena mano*
... *Tosió un poco escuchando éso porqué después todos los que estaban cerca le miraron extraño, le envidiaban el trato especial que le daba su hernana y por eso en las siguientes manos su suerte era mejor*
Enderezando su cuerpo, para guiarlo hacia una de las mesas donde ella era quien manejaba el mazo de cartas pero sobre todo llamo a una de las chicas para que le trajera una de las bebidas a su hermano.
── Hehehe sera divertido verlos volverse locos no crees joven amo.
No creó que haga falta mucho para eso, serás como una flautista de Hamelin para estos tontos..
*Jugar con apuestas no era lo suyo pero si lo era intimidar, así conseguía lo que quería, con una delgada sonrisa arregló su cabello y entonces le pidió a su hermana algo para estar en ambiente*