*Negó y negó aunque en el fondo hasta se reía como el Zorrito que era, ladrón y depredador pero muy débil en muchos sentidos sobre todo los que incluían a su esposo. Habló solo cuando escuchó aquélla metáfora de la semilla…*
Más bien en ése sentido yo molesté mucho a Daozhang hasta que accedió..~ *Mientras conservaban el tiempo iba pasando y la marioneta que le obsequió ya había ido cocinando cosas, le había enseñado bien aunque aún le sorprendía que pudiese hablar, porqué solo el sabía de que estaba hecha..*
Oh.. Daozhang, bueno es que estamos en un viaje, nos vamos de la secta para protegerlo. Pero haré algo te invitaré a conocer nuestra antigua casa y podrás verlo.